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Dio la vida, como Jesucristo la dio por nosotros: miles despiden al padre Marcelo

Entre flores, cantos y oraciones miles de fieles se reunidos en la plaza principal de San Andrés Larráinzar para despedir al padre Marcelo.

POR  Jorge Reyes
22 octubre, 2024
Dio la vida, como Jesucristo la dio por nosotros: miles despiden al padre Marcelo
Miles de fieles se congregaron en San Andrés Larráinzar para despedir al padre Marcelo Pérez. Foto Especial.

Entre lágrimas, oraciones y cientos de ramos de flores el padre Marcelo Pérez Pérez, asesinado el 20 de octubre de 2024, recibió en su tierra natal el último adiós de sus hermanos y hermanas indígenas tzotziles, a quienes siempre tuvo cerca de su corazón y acompañó en el dolor que padecían por la pobreza y la violencia que los asolaba.

Luego de la segunda misa de exequias que se realizó en su honor en la plaza principal de San Andrés Larráinzar y acompañado por una gran multitud que llegó de diferentes comunidades de la región, el féretro del sacerdote fue llevado al panteón ubicado en la iglesia de San Andrés Apóstol para colocarlo en su última morada.

Al grito de “Viva Cristo Rey”, “Viva la Virgen de Guadalupe”, “Viva San Andrés Apóstol”, “Viva el profeta padre Marcelo” y “Viva el padre Marcelo; vive, vive, vive”, de manera lenta el sarcófago con los restos del párroco fue trasladado en medio del tumulto que se congregó en la plaza principal hasta el cementerio ubicado en el convento de la Parroquia, donde recibió el último adiós de su padre y madre, así como de sus ocho hermanos.

El padre Marcelo Pérez recibió en su tierra natal el último adiós de sus hermanos y hermanas indígenas. Foto Especial.

“Sacerdotes, obispos y el Papa ondearemos la bandera del padre Marcelo”

Luego de la santa misa de exequias y previo a que el cuerpo del padre Marcelo fuera llevado al cementerio, el sacerdote Eleazar López Hernández, perteneciente al pueblo zapoteca, aseguró que el presbítero asesinado sigue vivo y que su lucha se mantendrá vigente por mucho tiempo.

Quienes te quisieron acallar se equivocaron, tú sigues vivo, estas sembrado en esta comunidad y es posible, como tú señalaste, que vivamos desde ya la resurrección. No tenemos oro ni plata, no tenemos poder de armas, no tenemos otra fuerza más que la fuerza del resucitado, la fe en la resurrección y la fuerza cultural de nuestro pueblo”, indicó.

En este sentido, insistió que la bandera que levantó a favor de los pueblos indígenas y de los más desprotegidos seguirá ondeando porque será levantada por los sacerdotes, obispos e, incluso, por el Papa Francisco.

“Sacerdotes, obispos y el mismo Santo Padre, el Papa Francisco, recogen tu bandera para que desde la periferia, desde la orilla, podamos decir, como Jesús, hay otro modo de vivir, de ser hermanos, de amarnos, de tocar el corazón de los demás para que cambie esta realidad y ponemos en eso nuestra vida, como él la puso. Marcelo, el Señor te da el premio, vive la resurrección en tus hermanos, sacerdotes, religiosas, diáconos y el pueblo entero”, subrayó.

“Marcelo, el Señor te da el premio, vive la resurrección en tus hermanos, sacerdotes, religiosas, diáconos y el pueblo entero”. Foto Especial.

El padre Marcelo deseaba que Chiapas no fuera un infierno

Decenas de cientos de indígenas de las siete regiones de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas abarrotaron la plaza principal de San Andrés Larráinzar para despedir al “hombre de Dios”, al padre Marcelo Pérez, que siguiendo las enseñanzas de Jesús siempre estuvo presente para ellos, para acompañarlos en todo momento para enfrentar juntos los graves problemas que vivían.

Cientos de rostros llorosos y afligidos desfilaron ante el féretro para ver por última vez al que fue uno de los primeros sacerdotes indígenas ordenados. Hombres, mujeres y niños se detenían unos instantes para rezar una breve oración y agradecerle el apoyo constante e incondicional que siempre les prodigó.

Dio la vida a sus hermanos como Jesucristo. Por eso en esta santa misa ponemos la vida del padre Marcelo con Cristo Jesús, para que sea una ofrenda agradable a nuestro Padre Dios, para que traiga la paz, la justicia, que tanto necesitamos”, aseguró el Cardenal Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo Emérito de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, durante la misa de cuerpo presente.

De la misma manera, el cardenal Arizmendi Esquivel aseveró que el sacerdote Marcelo, a quien ordenó como presbítero en 2002, fue un fiel servidor de la Palabra de Dios en todas las comunidades donde trabajo.

“Marcelo no era líder de un partido político, ni de un grupo, sino un ministro de Dios que deseaba que viviéramos como hermanos. Quería que Chiapas no fuera un infierno, sino un paraíso de paz“, destacó ante las cientos de personas congregadas ante el ataúd que resguarda los restos del padre Marcelo.

El padre Marcelo Pérez era un ministro de Dios que deseaba que viviéramos como hermanos. Foto Especial.

“Viva el padre Marcelo, defensor de los derechos humanos”

En medio del repique de las campanas de la Parroquia de San Andrés Apóstol, la noche del domingo 20 de octubre de 2024 cientos de habitantes de San Andrés Larrainzar, Chiapas, salieron de sus casas para recibir el cortejo fúnebre que trasladaba los restos del padre Marcelo Pérez, asesinado ese día por la mañana.

Entre consignas de “viva el padre Marcelo, defensor de los derechos humanos” y demandas de justicia, los pobladores recibieron a la entrada del municipio la carroza y de inmediato la rodearon para escoltarla hasta la iglesia, aquella en la que el padre Marcelo ofició cientos de misas durante los más de 10 años en que fue su párroco.

Conforme avanzaba el cortejo fúnebre más personas se sumaban al contingente y de los gritos a favor del sacerdote acribillado, se pasó a las demandas de justicia y de exigencia al gobierno para dar con los responsables de su muerte y de implementar las acciones para terminar con la violencia y los grupos delictivos que asolan Chiapas.

Que el padre Marcelo sea un intercesor ante Dios

Durante dos días la Plaza Principal de San Andrés, que se acondicionó para oficiar dos santas misas de cuerpo presente en honor del sacerdote, fue insuficiente para los cientos de personas que se dieron cita, por lo que empezaron a desbordarse en las calles aledañas para, incluso desde la lejanía, acompañar y dar el último adiós al presbítero de origen tzotzil.

Al participar en la primera Santa Misa, monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, aseguró que el asesinato del padre Marcelo Pérez Pérez, no ha hecho más que unir aún más a la Iglesia:

“El hecho de la partida del padre Marcelo nos ha hecho unirnos más hoy, como tantos otros días… Confiamos en que Dios lo haya acogido en el reino de los cielos y que tengamos con él un intercesor para cumplir nuestra vocación y misión”, aseveró el obispo Aguilar Martínez.

“Por esa fidelidad a Jesucristo, el padre Marcelo sabía que estaba amenazado. Corría peligro su vida, sin embargo, no delimitó su mensaje”, continuó monseñor Aguilar Martínez, “la muerte para quienes tenemos fe en Jesucristo es solo un traslado, un paso a la vida plena. La muerte no es el final de todo. Es el inicio de la vida que cuenta”.

“No queremos venganza, queremos paz”: familia Pérez Pérez

Totalmente abatidos por la muerte del tercero de sus nueve hijos, don Miguel Pérez Santiz y doña Antonia Pérez Hernández, durante la misa se mantuvieron sentados al lado del féretro del padre Marcelo. Con la mirada posada en el sarcófago, recibían el pésame y condolencias de sus vecinos.

Los seis hermanos y las dos hermanas que también le sobreviven al presbítero también escuchaban las palabras de aliento de los cientos de tzotziles que llegaron de las comunidades en extrema pobreza de las regiones Norte y Altos de Chiapas.

Pese al dolor y el enojo que les provocó el artero asesinato de su hijo y hermano, la familia Pérez Pérez no resguarda resentimientos, ni mucho menos deseos de venganza, porque eso no se los enseñó el sacerdote.

No queremos venganza. Queremos paz, porque la paz es lo que promovía mi hermano. Toda la familia queremos paz”, aseguró uno de los hermanos del padre Marcelo Pérez Pérez.

“Queremos paz, porque la paz es lo que promovía mi hermano”. Foto Especial.



Autor

Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM, con una trayectoria de casi 30 años como periodista, en Reforma, El Centro y Notimex, y funcionario de comunicación social en dependencias de gobierno y legislativas. Actualmente trabaja como periodista especializado en temas de religión.