La importancia de dar continuidad al Proyecto Global de Pastoral en la Iglesia

En el marco de la 117 Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el hasta ahora Presidente del órgano episcopal, monseñor Rogelio Cabrera López, se despidió del cargo con un firme mensaje al pueblo de Dios, en el que habló sobre los principales logros de su gestión, entre los que destacó el Proyecto Global de Pastoral (PGP).

Monseñor Rogelio Cabrera -quien ha dejado la presidencia de la CEM en manos de monseñor Ramón Castro Castro-, trabajó fuertemente en el PGP, para el cual nombró como Secretario Técnico al padre David Jasso Ramírez, quien nos comparte ahora sus consideraciones acerca de los logros y los retos por venir en la materia.

¿Qué es el Proyecto Global de Pastoral?

Se trata de un Proyecto que involucra a los fieles laicos, a las consagradas y consagrados, a los diáconos y a todos los presbíteros de México en la conducción de la Iglesia, mismo que no pretende atropellar, suplantar o nulificar lo que las diócesis particulares realizan.

Por el contrario, el PGP quiere proporcionar criterios que faciliten la eficacia de las tareas, mediante un ejercicio pastoral más sinodal; es decir, más sinérgico, transversal, subsidiario y gradual.

De manera que no sólo se dé testimonio de comunión, sino que se haga más efectiva la Misión de la Iglesia, haciendo posible una experiencia plena de la obra redentora de Cristo en todos los fieles bautizados, a través de orientaciones generales abiertas a las particularidades de las diócesis y provincias eclesiales.

Un proyecto de la mayor importancia

Para el padre David Jasso, fue el PGP lo que durante la pandemia hizo fuerte a la Iglesia en el sentido pastoral, pues en medio de las circunstancias tan difíciles que el Covid-19 planteó en todo el territorio, permitió tener el Primer Encuentro Eclesial con mil personas conectadas con los obispos en Asamblea para tratar los temas de primer orden.

“Las opciones pastorales del PGP -explica el padre David Jasso- comienzan con la construcción y anuncio de la dignidad humana, así como el deseo de los obispos de ser una Iglesia comprometida con la paz y las causas sociales, sin dejar de lado el compromiso misionero y evangelizador”.

El Secretario Técnico del PGP también habló sobre los Conversatorios de Paz, la Consulta Sinodal, el Segundo Encuentro Eclesial y los programas pastorales como iniciativas que han venido coadyuvando en el proceso de implementación del PGP mediante la generación de espacios de encuentro, diálogo y trabajo con otros actores de la sociedad: gobierno, sociedad civil, empresarios, organizaciones e instituciones para reconstruir el tejido social.

El padre David Jasso explica que en este tema no han faltado las dificultades, y señala que delante hay muchos retos y desafíos, como la necesidad de conversión pastoral, la eliminación del clericalismo en todas sus expresiones, la falta de continuidad y la falta de una pastoral de procesos, entre otros temas a los que hay que darle continuidad; sin embargo, la ruta está trazada, y es necesario recorrer el camino.

“Ahora -señala-, para seguir la ruta, nos impulsa y anima el haber comenzado en 2022 con la Novena Intercontinental Guadalupana que nos preparar para celebrar los 500 años del Acontecimiento Guadalupano en 2031, así como un itinerario espiritual, evangelizador y vocacional que estamos recorriendo. Tenemos un episcopado unido y en comunión con el Santo Padre, lo que nos impulsa a todos a buscar la unidad en medio de la diversidad”.

Finalmente, el padre David Jasso señaló que necesitamos cada vez más de esa armonía en la Iglesia para pasar del desconcierto al concierto, “y vivir la paz que México requiere, siendo la casita sagrada que la Virgen de Guadalupe nos pide construir”.