Roberto O’Farrill muestra amor incondicional a su hijo Richie en un tuit

El amor incondicional de un padre

El comunicador católico Roberto O’Farrill y su familia pasan por un momento muy complicado, por el que transitan con su fe puesta en el Señor.

En los últimos días, su hijo Richie O’Farrill -un joven comediante muy reconocido en México y América Latina- fue noticia luego de protagonizar un par de altercados y videos en sus redes sociales, en los que muestra un comportamiento errático que preocupó a sus seguidores, familia y amigos.

Finalmente, fue contenido por su círculo más cercano que ya lo tiene bajo los cuidados profesionales adecuados.

“Queremos comunicar a toda la audiencia de @richieofarrill_ que su familia y un equipo cercano de profesionales, estamos cuidando de él y se encuentra bien. Muchas gracias por todas las muestras de apoyo, cariño y preocupación”, publicó la familia O’ Farrill Lozano en las cuentas de ‘Richie’.

Con estudios de Comunicación y Teología, Roberto O’Farrill es el pionero en la transmisión del Evangelio a través de la radio. También es periodista, escritor y presentador de televisión, siempre sobre temas religiosos.

Ahora, en su cuenta de Twitter, ha querido dejar de manifiesto el gran amor que tiene por Ricardo y su apoyo incondicional en las buenas y en las malas.

El Amor es paciente y es decoroso.
El amor todo lo excusa, todo lo espera y todo lo soporta.
El amor no se acaba nunca.

Eres mi hijo amado, en ti me complazco @richieofarrill_ pic.twitter.com/eXQs0QapvK

— Roberto O'Farrill C. ✨ (@robertoofarrill) April 28, 2023

“Tras el desasosiego de mi hijo Richie , agradezco a quienes se han manifestado para bien suyo, y les hago saber que va de bien a mejor”, escribió.

A este tuit le siguió otro en el que hizo suyas algunas palabra de San Pablo y del Evangelio:

“El Amor es paciente y es decoroso. El amor todo lo excusa, todo lo espera y todo lo soporta. El amor no se acaba nunca. Eres mi hijo amado, en ti me complazco”.

“Con la certeza de que Dios saca siempre un bien mayor -continuó-, les dejo mi corazón de papá. ¡Ya tendremos a un mejor Richie por venir!