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Consejos para detectar y abordar conductas agresivas en los hijos

La terapeuta Adriana Garza Bertrand explica cómo detectar tendencias agresivas en los hijos, qué las causa y cómo los padres deben actuar.

POR  Jorge Reyes
16 octubre, 2025
Consejos para detectar y abordar conductas agresivas en los hijos
Cuando un hijo muestra señales de agresividad, está pidiendo ayuda y la intervención oportuna puede prevenir consecuencias graves. Foto Especial.

Las conductas agresivas en los hijos no surgen de la nada, ya que “la agresividad se aprende” en muchos lugares, pero el principal lugar para ello es en el propio hogar, afirma Adriana Garza Bertrand, terapeuta líder en la Asociación Que se Escuche Fuerte mi Grito.

Según la especialista, el entorno familiar tiene un papel determinante en las conductas de los hijos: “Si en casa se normalizan los gritos, los portazos o los insultos, los hijos aprenden que esa es la manera de expresar el enojo o conseguir lo que quieren”.

Garza Bertrand explica que el estilo de comunicación y disciplina dentro del hogar influye directamente en la forma en que los hijos manejan sus emociones, es decir, “si yo como padre o madre pierdo el control ante la frustración, ¿qué aprendizaje le doy a mis hijos? Los niños aprenden por observación, y si ven que la violencia es una forma de resolver conflictos, tenderán a repetir ese patrón”.

En entrevista con Desde la fe, la especialista también advierte que el contenido que consumen los menores a través de internet y las redes sociales puede reforzar este tipo de comportamientos.

“Muchos padres no son conscientes del nivel de violencia que hay en las series, videojuegos o videos que sus hijos consumen a diario. La exposición constante a esa agresividad terminan por normalizarla”, explicó la también especialista en el área socioemocional en atención de niños, adolescentes y padres de familia.

Señales de alerta que pueden indicar tendencias agresivas en los hijos

Ante la duda sobre cómo los padres y madres pueden detectar la señales de alerta que indiquen que sus hijos tienen tendencias agresivas, Garza Bertran les recomienda observar con atención ciertos comportamientos que podrían ser indicios de que tienen una tendencia de ese tipo.

Entre las principales señales de las que deben estar alerta, señaló:

  1. Baja tolerancia a la frustración: Se enojan fácilmente cuando algo no sale como quieren y les cuesta calmarse.
  2. Deseo de venganza o desquite: Tienden a buscar cuándo y cómo devolver una ofensa.
  3. Falta de empatía: No muestran compasión por el sufrimiento de otros y pueden incluso reírse ante la violencia.
  4. Crueldad con animales: Pueden lastimar a mascotas o pequeños animales sin motivo.
  5. Lenguaje violento: Usan con frecuencia expresiones como “te voy a matar” o muestran agresividad física durante juegos.

Además, la especialista señala que “detrás de una conducta violenta hay una persona que sufre”, es decir, cuando hay ira, esta suele ser una respuesta ante un dolor o resentimiento no expresado.

“Cuando los jóvenes no tienen con quién hablar ni cómo desahogarse, esas emociones contenidas pueden convertirse en una bomba de tiempo”, advirtió la terapeuta líder en la Asociación Que se Escuche Fuerte mi Grito.

¿Qué deben hacer los padres cuando detectan estas conductas en sus hijos?

Garza Bertran enfatiza que el primer paso es no reaccionar con más violencia o regaños, sino detenerse a reflexionar sobre el propio estilo de crianza, ya que “no se trata de buscar culpables, sino de entender qué está pasando en casa. A veces el problema no viene de fuera, sino de dinámicas familiares no resueltas”.

En este tenor, la especialista señaló los principales consejos que deben seguir los padres en caso de detectar tendencias agresivas en sus hijos:

  • Practicar la autocrítica: Revisar cómo se maneja la ira y el conflicto en el hogar.
  • Fomentar el diálogo abierto: Aprovechar los hechos noticiosos o situaciones difíciles para conversar con los hijos y conocer su opinión.
  • Evitar minimizar lo que sienten: Frases como “no es para tanto” bloquean la comunicación.
  • No engancharse en discusiones: “El carácter fuerte no es el que grita más, sino el que sabe dominarse”, señala.
  • Buscar ayuda profesional: Si las conductas agresivas persisten, se recomienda acudir a psicoterapia familiar, donde los padres también reciben herramientas para manejar la situación.

La terapeuta destaca que acudir a un especialista no debe verse como un castigo, sino como una oportunidad de sanar, ya que “cuando un hijo muestra señales de agresividad, está pidiendo ayuda. La intervención oportuna puede prevenir consecuencias graves”.

Recomendaciones diarias para prevenir la agresividad en casa

Además de observar y corregir conductas, Garza Bertran propone que las familias adopten hábitos diarios que promuevan la calma, el respeto y la empatía. Entre dichas sugerencias destacó:

  • Iniciar y cerrar el día con un momento de conexión: Puede ser una breve charla, una oración en familia o una cena sin pantallas.
  • Fomentar actividades físicas: El deporte ayuda a liberar tensiones y canalizar la energía acumulada.
  • Practicar el autocontrol con el ejemplo: Si los padres se controlan al discutir, los hijos aprenden a hacerlo también.
  • Usar palabras de afirmación: Reconocer los esfuerzos y comportamientos positivos en lugar de centrarse solo en los errores.
  • Crear rutinas estables: Los niños y adolescentes con horarios claros se sienten más seguros y menos propensos a reacciones impulsivas.
  • Reducir el consumo de contenido violento: Sustituirlo por materiales que promuevan valores, cooperación o servicio.
  • Promover el perdón y la reconciliación: Enseñar a pedir disculpas y reparar los daños fortalece el carácter y la empatía.

“Educar con amor no significa permitirlo todo, sino establecer límites firmes desde la comprensión y el respeto. El hogar debe ser el primer lugar donde los hijos aprendan a resolver los conflictos con diálogo y no con violencia”, concluye Garza Bertran.



Autor

Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM, con una trayectoria de más de 30 años como periodista en medios como Reforma, El Centro y Notimex, así como funcionario de comunicación social en dependencias de gobierno y legislativas. Actualmente trabaja como periodista especializado en temas de religión.