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COLUMNA

Espacios seguros

7 claves preventivas

En este punto crucial de la historia eclesial, se nos convoca a revitalizar nuestros propósitos desde cada rol que desempeñamos, empleando nuestros dones como religiosos

7 marzo, 2024

El Informe final del Sínodo de la Sinodalidad resaltó la necesidad de que la Iglesia refuerce la atención a las víctimas de abusos en sus diversas formas. Esta llamada a una escucha auténtica se presenta como un pilar fundamental para el proceso de sanación, arrepentimiento, justicia y reconciliación. Pero, ¿cómo puede la Iglesia abordar estos riesgos y desafíos desde una perspectiva pastoral? En este contexto, se
presentan algunas claves que pueden coadyuvar a promover entornos más seguros y protectores en nuestros ámbitos pastorales.

  1. Formar de manera permanente y sistemática. Ofrecer programas orientados a líderes pastorales y fieles para fortalecer entornos seguros y preventivos desde una cultura del buen trato.
  2. Desarrollar una actitud crítica y reflexiva. Fomentar la conciencia crítica y reflexiva en las comunidades de fe para identificar situaciones de riesgo.
  3. Fomentar la empatía y el respeto. Desarrollar empatía y respeto como parte de la prevención.
  4. Establecer protocolos y canales de denuncia. Implementar protocolos para denunciar situaciones de abuso.
  5. Promover colaboración y sinodalidad. Fomentar el trabajo conjunto en comunidades, iglesias y Arquidiócesis.
  6. Concientizar sobre los riesgos digitales: Educar sobre peligros y medidas preventivas en el entorno digital.
  7. Desarrollar habilidades socio-emocionales. Enfocarse en habilidades como la gestión emocional, la comunicación efectiva, el liderazgo colaborativo y la resolución de conflictos. En este punto crucial de la historia eclesial, se nos convoca a revitalizar nuestros propósitos desde cada rol que desempeñamos, empleando nuestros dones como religiosos, sacerdotes o laicos en la edificación de una Iglesia que brinde seguridad a todos, potenciando así nuestra labor evangelizadora