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¿Cuáles son las 4 basílicas más importantes de Roma?

En la ciudad de Roma y en el Vaticano hay 4 grandes basílicas: Basílica de San Pedro, Basílica de San Pablo Extramuros, Basílica de Santa María la Mayor y Basílica de San Juan de Letrán.

5 agosto, 2024
¿Cuáles son las 4 basílicas más importantes de Roma?
La Basílica de San Pedro, en el Vaticano.

En la ciudad de Roma y en el Vaticano hay 4 grandes basílicas: Basílica de San Pedro, Basílica de San Pablo Extramuros, Basílica de Santa María la Mayor y Basílica de San Juan de Letrán. Además de éstas, hay otras basílicas menores que son de gran importancia, como la de la Santa Cruz, que atesora importantes reliquias de la Pasión de Cristo, o la basílica de los Santos Apóstoles.

Basílica de San Pedro

La Plaza y la Basílica de San Pedro. Foto: Pablo Esparza
La Plaza y la Basílica de San Pedro. Foto: Pablo Esparza

El calendario litúrgico de la Iglesia católica recuerda cada 18 de noviembre la consagración de las basílicas de San Pedro y San Pablo que están, la primera en la colina vaticana, y a la segunda afuera del Vaticano, en Roma, por lo que se le considera extramuros, sin embargo, es propiedad de la Santa Sede.

Como se sabe, san Pedro fue crucificado en lo que era el circo de Nerón que estaba en uno de las siete colinas de Roma, en la vaticana, llamada así porque en la antigüedad, allí había un oráculo etrusco en el que se vaticinaba o hacían predicciones.

El lugar exacto de su martirio lo indica el obelisco que se encuentra en la plaza de san Pedro, sin embargo, afuera del antiguo circo de Nerón había un panteón a donde llevaban a las personas que eran ejecutadas en el circo. Tras la muerte de San Pedro, los cristianos lo sepultaron y marcaron en secreto el lugar de su sepulcro para que no se perdiera su memoria y tampoco fuera profanado.

Allí permanecieron los restos del Vicario de Cristo tres siglos hasta que el emperador Constantino emitió el Edicto de Milán y concedió la libertad religiosa en el imperio. Luego de su conversión y en el año 323 mandó construir una pequeña basílica en el lugar donde estaba San Pedro sepultado, y a la cual acudían ya con libertad los cristianos.

La basílica resultó insuficiente pues acudían no tan solo los cristianos de Roma sino de todo el imperio romano, y hubo necesidad de hacer constantes restauraciones hasta que, en 1506, el papa Julio II inauguró una nueva basílica proyectada por Bramante y en la cual trabajó Miguel Ángel Buonarroti perfeccionó con detalles como la cúpula y la arcada; los mejores artistas de la época trabajaron en ella hasta que finalmente fue consagrada para el culto el 18 de noviembre de 1626.

Fue durante el pontificado de Paulo VI cuando se hicieron exploraciones arqueológicas que permitieron encontrar el sepulcro de San Pedro cuyos restos se conservar hoy en una urna, debajo del altar principal de la basílica.

Basílica de San Pablo Extramuros

Basílica de San Pablo Extramuros.
Basílica de San Pablo Extramuros.

La Basílica de san Pablo está a unos 11 kilómetros de la de San Pedro afuera de las murallas vaticanas por eso la llaman extramuros, y es una de las más amplias; se levantó a unos tres kilómetros de distancia del lugar donde él fue decapitado el Apóstol de los Gentiles, pues hay que recordar que el propio san Pablo, que era ciudadano romano, quiso que lo juzgara el emperador quien finalmente lo condenó a muerte.

El templo se levantó durante los pontificados de Teodosio y de San León Magno. El 15 de julio de 1823 se destruyó en un incendio que ocurrió durante el pontificado de Pío VII.

Su reconstrucción duró un siglo y fue rehecha de acuerdo con el diseño de la anterior, y fue consagrada por el papa Pío IX el 10 de diciembre de 1854. La tumba de San Pablo se encuentra debajo del altar.
Además de su uso habitual, en la Basílica de san Pablo se realizan ceremonias masivas por su gran capacidad y a veces, eventos ecuménicos.

A estas dos basílicas se suman otras que son importantes por su tamaño, su historia y su relevancia: Santa María La Mayor, dedicada a la Virgen María, y que fue construida por el Papa Sixto III en el año 432, y cuya fiesta es el 5 de agosto, y la de San Juan de Letrán, que fue consagrada el 9 de noviembre del año 324, y esta es la sede del Papa en su calidad de Obispo de Roma.

Basílica de Santa María la Mayor

Cada año se hace la evocación del milagro de Nuestra Señora de las Nieves en la Basílica de Santa María la Mayor. Foto: Vatican News.
La Basílica de Santa María la Mayor. Foto: Vatican News.

La Basílica de Santa María la Mayor, también conocida como Basílica de Nuestra Señora de las Nieves, tiene sus antecedentes en el siglo IV, cuando el Papa Liberio tuvo un sueño en el que la Virgen le solicitaba que se construyera un gran templo en Roma en su honor.

La tradición señala que la Virgen le había ofrecido al Papa que ella misma enviaría los donantes. Eso sucedió la noche del 5 de agosto de 352.

La Virgen le había revelado que daría una señal milagrosa para indicar el sitio en el que quería el santuario, y paralelamente a esta historia, una pareja acaudalada que no tenía hijos y que deseaba hacer una buena obra con su fortuna, también tuvo un sueño que les ordenaba ir a la Colina Esquiliana, una de las siete que existen en Roma, para que construyeran una iglesia en el sitio en el que encontrarían nieve.

Ambas visiones se conjugaron en el sitio que ahora ocupa esta basílica, pues todos coincidieron en que, en agosto, jamás nieva en Roma, pues es una ciudad mediterránea y no se encuentra tan distante del mar.

Por esta razón, a la Basílica que hoy se llama Santa María la Mayor, también es conocida como Nuestra Señora de las Nieves, y en ella se custodian importantes reliquias, como es el supuesto caso de la cuna del Niño Jesús.

Desde el inicio del pontificado del Papa Francisco, él acostumbra visitarla y rezar en ella, y a la Virgen le encomienda y agradece todos los viajes apostólicos que realiza al extranjero. Siempre lleva consigo un ramo de flores.

En Roma también se acostumbra, en la fiesta de la Basílica que es el 5 de agosto, hacer caer desde las partes altas del templo una lluvia de pétalos de rosas, semejando una nevada con flores blancas y rojas. El templo también sirve como uno de los escenarios en el recorrido que se hace en la festividad de Corpus Christi.

Basílica de San Juan de Letrán

Exterior de la Basílica de San Juan de Letrán
Exterior de la Basílica de San Juan de Letrán

Uno de los títulos de los Papas es el de Obispo de Roma, y así como la Basílica de San Pedro es la sede natural de los Pontífices, la Basílica de San Juan de Letrán lo es en su calidad de Obispos de Roma.

Este templo romano fue construido a inicios del siglo IV, sobre terrenos que donó el Emperador Constantino al Papa San Silvestre, y que pertenecían a los Palacios Lateranos. Al paso del tiempo, fue dañada por incendios y terremotos, e incluso, fue saqueada durante algunas invasiones a Roma, pero siempre fue reconstruida, ampliada y enriquecida con magnificas obras de arte y reliquias. Entre las reconstrucciones destaca la de Borromini realizada en el año 1600.

La fachada principal data del siglo XVIII y fue realizada por A. Galilei; contempla magníficas columnas de mármol de carrara y 15 estatuas que representan a Cristo y a algunos santos; están ubicadas sobre una balaustrada. Cuando se cruza el pórtico, hay cinco puertas de ingreso a la basílica, y la última del lado izquierdo es la Puerta Santa, que sólo se abre durante los Jubileos. En los pilares de la nave central hay nichos con estatuas de los apóstoles.

Entre los tesoros de la basílica está un magnífico tabernáculo de estilo gótico del siglo XIV, realizado por G. di Stéfano, y que se ubica sobre el altar papal; contiene reliquias de san Pedro y san Pablo; también, algunos pontífices fueron sepultados en este lugar, como Martino V. En el ábside de la basílica hay un mosaico del siglo XIII realizado por J. Torriti, y también se encuentra un fragmento de un mural de Giotto,

La Basílica de San Juan de Letrán cuenta con un hermoso claustro realizado por Vassalletto, que destaca por sus columnas de diferentes estilos; y que en la actualidad es un museo donde se exhiben algunas esculturas.

Cercana a esta basílica, en un templo ubicado en la contra esquina, se encuentra la Escalera Santa que en fechas recientes fue restaurada, y que la tradición señala que se encontraba en el Palacio de Poncio Pilato y que, por lo mismo, Cristo subió cuando fue juzgado antes de su Pasión. La gente acostumbra subirla de rodillas como un acto de piedad.

Estas son las 4 las grandes basílicas de la Iglesia en Roma y en el Vaticano, pero hay otras menores que son de gran importancia, como la de la Santa Cruz, que atesora importantes reliquias de la Pasión de Cristo, o la basílica de los Santos Apóstoles.



Autor

Estudió Periodismo y Comunicación Colectiva en la UNAM. Con 30 años de experiencia en periodismo, se ha especializado en la cobertura religiosa, trabajando en Televisa S.A. y Televisión Azteca. En 1997, recibió el Premio Nacional de Periodismo del Club de Periodistas de México. Ha realizado reportajes en cuatro continentes, incluyendo coberturas significativas como el Jubileo del año 2000 en Roma, los funerales de Juan Pablo II, el viaje de Juan Pablo II a Tierra Santa y el Encuentro Mundial de la Juventud en Sydney. Fue Jefe de Prensa durante el VI Encuentro Mundial de las Familias en México. Además, ha colaborado en publicaciones como Época, Última Moda e Impacto, donde mantiene columnas sobre cultura religiosa. Ha escrito varios libros, entre ellos "El Agua del destino" y "Popocatépetl: Mito, ciencia y cultura". También es comentarista en programas de radio.