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COLUMNA

Cultura Bíblica

Evangelio del 18 de febrero del 2024: Las tentaciones de Jesús

el Señor Jesús es el portador de una Alianza de gracia de parte de Dios,

16 febrero, 2024

Evangelio del 18 de febrero 2024, según san Marcos (Mc 1, 12-15)

En aquel tiempo, el Espíritu impulsó a Jesús a retirarse al desierto, donde permaneció cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivió allí entre animales salvajes, y los ángeles le servían.

Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: “Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio”.

Las lecturas de las tentaciones de Jesús”

El pasado miércoles fue Miércoles de Ceniza y este domingo iniciamos la dinámica cuaresmal en el ciclo de lecturas dominicales.

Los tres ciclos litúrgicos proponen como la lectura del primer domingo de Cuaresma el pasaje de las tentaciones de Jesús en el desierto. Este relato, en efecto, aparece en los tres evangelios que se llaman sinópticos San Mateo (Mt 4,1-11), san Marcos (Mc 1,12-13) es el que leímos este año, y San Lucas (Lc 4,1-13).

El más breve de todos ellos es el de san Marcos, quien únicamente narra de forma genérica las tentaciones mientras que los otros dos desarrollan tres tentaciones, a saber: la de convertir las piedras en pan, la de lanzarse desde el pináculo del Templo para probar a Dios y la de adorar al maligno para hacerse acreedor del todos los reinos de este mundo.

Resulta interesante considerar que todos los años la Cuaresma inicie con este pasaje y en el segundo domingo de Cuaresma siempre se lea el pasaje de la transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo.

El aspecto general de la Cuaresma es prepararnos a la celebración de la Semana Santa, es decir la celebración de los misterios de nuestra redención que son: la pasión, muerte en Cruz y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Esta es la Pascua cristiana que se prepara con la toma de conciencia de la victoria sobre el pecado. El antecedente del pecado es la tentación, como lo vemos desde los primeros relatos del Génesis (Gn 3,1ss) donde se nos narra que la serpiente tentó a la mujer para que comiera del árbol de la ciencia del bien y del mal.

Con la lectura de las tentaciones ponemos de relieve desde el inicio de la cuaresma que Cristo es el verdadero vencedor de la tentación. Si nosotros quedáramos abandonados a nuestra suerte volveríamos a ser vencidos. Pero el Señor Jesús es el portador de una Alianza de gracia de parte de Dios, Él mismo es el Hijo de Dios, como lo veremos en los relatos de la próxima semana a propósito de la transfiguración.

Mons. Salvador Martínez Ávila es biblista y exrector de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe