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COLUMNA

Comentario al Evangelio

Lecturas de la Misa del 22 de octubre 2023 y comentario al Evangelio

Iluminados por el Espíritu Santo, debemos dar respuestas que sean portadoras de la Buena Noticia del Reino de Dios.

18 octubre, 2023

Estas son las lecturas de la Misa del domingo 22 de octubre 2023.

Los textos bíblicos que se proclaman durante la Misa están organizados de la siguiente manera: Primera Lectura, Salmo, Segunda Lectura y Evangelio.

Las lecturas de la Misa de este 22 de octubre de 2023:

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías

Is 45, 1. 4-6

Así habló el Señor a Ciro, su ungido, a quien ha tomado de la mano para someter ante él a las naciones
y desbaratar la potencia de los reyes, para abrir ante él los portones y que no quede nada cerrado:
“Por amor a Jacob, mi siervo, y a Israel, mi escogido, te llamé por tu nombre y te di un título de honor,
aunque tú no me conocieras. Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí no hay Dios. Te hago poderoso, aunque tú no me conoces, para que todos sepan, de oriente a occidente, que no hay otro Dios fuera de mí. Yo soy el Señor y no hay otro”.

Salmo

Cantemos al Señor un canto nuevo, que le cante al Señor toda la tierra. Su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación sus maravillas.
Cantemos la grandeza del Señor.

Cantemos al Señor, porque él es grande, más digno de alabanza y más tremendo que todos los dioses paganos, que ni existen; ha sido el Señor quien hizo el cielo.
Cantemos la grandeza del Señor.

Caigamos en su templo de rodillas. Tiemblen ante el Señor los atrevidos. «Reina el Señor». digamos a los pueblos. El gobierna a las naciones con justicia.
Cantemos la grandeza del Señor.



Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 

1 Tes 1, 1-5

Pablo, Silvano y Timoteo deseamos la gracia y la paz a la comunidad cristiana de los tesalonicenses, congregada por Dios Padre y por Jesucristo, el Señor.

En todo momento damos gracias a Dios por ustedes y los tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar las obras que manifiestan la fe de ustedes, los trabajos fatigosos que ha emprendido su amor y la perseverancia que les da su esperanza en Jesucristo, nuestro Señor.

Nunca perdemos de vista, hermanos muy amados de Dios, que él es quien los ha elegido. En efecto, nuestra predicación del Evangelio entre ustedes no se llevó a cabo sólo con palabras, sino también con la fuerza del Espíritu Santo, que produjo en ustedes abundantes frutos.

Evangelio del día

Evangelio según san Mateo (Mt 22, 15-21)

En aquel tiempo, se reunieron los fariseos para ver la manera de hacer caer a Jesús, con preguntas insidiosas, en algo de que pudieran acusarlo.

Le enviaron, pues, a algunos de sus secuaces, junto con algunos del partido de Herodes, para que le dijeran: “Maestro, sabemos que eres sincero y enseñas con verdad el camino de Dios, y que nada te arredra, porque no buscas el favor de nadie. Dinos, pues, qué piensas: ¿Es lícito o no pagar el tributo al César?”

Conociendo Jesús la malicia de sus intenciones, les contestó: “Hipócritas, ¿por qué tratan de sorprenderme? Enséñenme la moneda del tributo”. Ellos le presentaron una moneda. Jesús les preguntó: “¿De quién es esta imagen y esta inscripción?” Le respondieron: “Del César”. Y Jesús concluyó: “Den, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”.

Comentario al Evangelio: Jesús es puesto a prueba y responde

Este domingo 29º del Tiempo Ordinario coincide con el domingo mundial de oración por las misiones.
Retomando el pasaje que nos ofrece el Evangelio de san Mateo es importante considerar que la misión más difícil para la Iglesia católica de hoy no está en África o en Asia, que son los sitios considerados
tradicionalmente como lugares de misión. Los sitios más fuertemente opuestos al Evangelio de Jesucristo ya no están allá sino en Europa y Norte América.

Es en estos lugares donde constantemente hay confrontaciones entre las autoridades civiles y los jerarcas de la Iglesia. Jesús, según nos lo dice el Evangelio de hoy, fue puesto a prueba por unos enviados de la autoridad, sus intenciones no eran sanas, buscaban una razón para acusarlo, actuaban hipócritamente. Jesús conocía sus intenciones y aún así les respondió.

En nuestros tiempos vivimos una seria oposición a la Iglesia, se le pregunta, se le consulta, pero no con buenas intenciones. La misión es más ardua y más urgente que nunca. Iluminados por el Espíritu Santo, debemos dar respuestas que sean portadoras de la Buena Noticia del Reino de Dios también para quienes nos critican y persiguen. Recordamos que el Señor Jesús nos animó diciendo, “no tengan miedo, pues yo he vencido al mundo”.




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