Evangelio de hoy domingo 7 de julio 2024 y lecturas de la Misa
“Jesús les decía: ‘No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa’. No pudo hacer allí ningún milagro”.
Estas son las Lecturas, el Salmo y el Evangelio de la Misa dominical del 7 de julio 2024. ¡Conócelas!
Lecturas y Evangelio del 7 de julio de 2024.
- Primera Lectura: de la profecía de Ezequiel 2, 2-5.
- Salmo: Salmo 122.
- Segunda Lectura: de la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 12, 7b-10.
- Evangelio del día: Evangelio según San Marcos 6, 1-6.
Primera Lectura
Lectura de la profecía de Ezequiel 2,2-5
En aquellos días, el espíritu entró en mí, me puso en pie, y oí que me decía:
“Hijo de Adán, yo te envío a los israelitas, a un pueblo rebelde que se ha rebelado contra mí. Sus padres y ellos me han ofendido hasta el presente día. También los hijos son testarudos y obstinados; a ellos te envío para que les digas: ‘Esto dice el Señor’. Ellos, te hagan caso o no te hagan caso, pues son un pueblo rebelde, sabrán que hubo un profeta en medio de ellos”.
Palabra de Dios
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Salmo
Salmo 122
R: Nuestros ojos están en el Señor,
esperando su misericordia.
A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores. R/.
Como están los ojos de la esclava
fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos
en el Señor, Dios nuestro,
esperando su misericordia. R/.
Misericordia, Señor, misericordia,
que estamos saciados de desprecios;
nuestra alma está saciada
del sarcasmo de los satisfechos,
del desprecio de los orgullosos. R/.
Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 12, 7b-10.
Para que no tenga soberbia, me han metido una espina en la carne: un ángel de Satanás que me apalea, para que no sea soberbio. Tres veces he pedido al Señor verme libre de él; y me ha respondido: “Te basta mi gracia; la fuerza se realiza en la debilidad”.
Por eso, muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de Cristo. Por eso, vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque, cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Palabra de Dios
Evangelio del día
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 6, 1-6 (H3)
En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos.
Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: “¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?”.
Y esto les resultaba escandaloso.
Jesús les decía: “No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa”.
No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.
Palabra del Señor