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COLUMNA

Columna invitada

El vaso, ¿medio lleno o medio vacío?

La pregunta: '¿Cómo ves el vaso, medio lleno o medio vacío?' siempre se nos ha planteado incompleta. Y la respuesta, en todo caso, es: ¡El vaso está lleno!

13 mayo, 2021
El vaso, ¿medio lleno o medio vacío? Nuestra respuesta a esta pregunta siempre ha sido tomando como referente el nivel del agua con respecto al recipiente. ¿Sabías que la pregunta está incompleta? ¡El vaso está lleno! ¿Cómo?, ¿qué hay encima del agua?, ¿qué llena por completo e incluso se desborda por las orillas del vaso? ¡El aire! Siempre ha estado allí y estará esa porción de la atmósfera que pasa por la manguera de tu aspiradora. Aunque no lo vemos, lo sentimos cuando agitamos nuestras manos y ¡cuánto más cuando respiramos! Hay situaciones o ambientes que nos llevan a sesgar nuestra mirada y damos por sentados escenarios en donde ya no descubrimos detalles, e incluso, aspectos centrales que nos podrían dar un respiro a nuestra mente cuando se encierra en una idea recurrente o estamos ante un paradigma que lleva mucho tiempo en cierto ambiente. ¿Qué sesgos de percepción tenemos?, ¿qué condiciona nuestra forma de percibir la realidad?, ¿qué preguntas nos hacemos de lo que captan nuestros sentidos? Trascender a lo concreto es un acto de humanidad porque la razón entra en acción, y como dijera aquel personaje felino, podemos ver más allá de lo evidente. Ahora bien, si somo creyentes, ¿qué nos quiere decir el Señor desde nuestra vida, aquí en este presente, concreto y evidente? Volvamos a mirar el vaso.   Síguelo en Twitter como: @abrahamrodrigo Los artículos de la sección de opinión son responsabilidad de sus autores.
POR:
Autor

Educador. Casado y padre de tres hijos. Ingeniero químico con estudios de filosofía, antropología, teología e impro teatral. Desarrollador de procesos creativos para empresas, instituciones (eclesiales y gubernamentales), organizaciones de la sociedad civil. Evaluador de proyectos de inversión y consultor en procesos de desarrollo del cliente. Flp 4,13. 

El vaso, ¿medio lleno o medio vacío? Nuestra respuesta a esta pregunta siempre ha sido tomando como referente el nivel del agua con respecto al recipiente.

¿Sabías que la pregunta está incompleta? ¡El vaso está lleno! ¿Cómo?, ¿qué hay encima del agua?, ¿qué llena por completo e incluso se desborda por las orillas del vaso?

¡El aire! Siempre ha estado allí y estará esa porción de la atmósfera que pasa por la manguera de tu aspiradora. Aunque no lo vemos, lo sentimos cuando agitamos nuestras manos y ¡cuánto más cuando respiramos!

Hay situaciones o ambientes que nos llevan a sesgar nuestra mirada y damos por sentados escenarios en donde ya no descubrimos detalles, e incluso, aspectos centrales que nos podrían dar un respiro a nuestra mente cuando se encierra en una idea recurrente o estamos ante un paradigma que lleva mucho tiempo en cierto ambiente.

¿Qué sesgos de percepción tenemos?, ¿qué condiciona nuestra forma de percibir la realidad?, ¿qué preguntas nos hacemos de lo que captan nuestros sentidos?

Trascender a lo concreto es un acto de humanidad porque la razón entra en acción, y como dijera aquel personaje felino, podemos ver más allá de lo evidente. Ahora bien, si somo creyentes, ¿qué nos quiere decir el Señor desde nuestra vida, aquí en este presente, concreto y evidente?

Volvamos a mirar el vaso.

 

Síguelo en Twitter como: @abrahamrodrigo

Los artículos de la sección de opinión son responsabilidad de sus autores.


Autor

Educador. Casado y padre de tres hijos. Ingeniero químico con estudios de filosofía, antropología, teología e impro teatral. Desarrollador de procesos creativos para empresas, instituciones (eclesiales y gubernamentales), organizaciones de la sociedad civil. Evaluador de proyectos de inversión y consultor en procesos de desarrollo del cliente. Flp 4,13.