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¿Cómo un sacerdote DJ puede atraer a jóvenes a la Iglesia?

Con sotana y consola, el padre DJ sorprendió a miles de jóvenes en el Jubileo TIKVAH, mostrando que también se puede orar al ritmo de la música electrónica.

15 julio, 2025

Entre gritos de alegría, luces y sonidos, miles de jóvenes esperan que salga al escenario un personaje que ha roto esquemas: un sacerdote que, sin dejar su sotana ni su misión, ha aprendido a hablarle a una generación que busca respuestas… muchas veces, sin saber que las está buscando.

El padre Guilherme, conocido en redes como el padre DJ, ha logrado conectar con miles de jóvenes creyentes y no creyentes a través de la música electrónica, en la que ha encontrado no solo un ritmo, sino un puente para hablar del amor de Dios.

En el marco del Jubileo de los Jóvenes TIKVAH, su participación no fue solo un concierto. Fue una experiencia espiritual donde la fe, la música y la comunidad se unieron en una sola vibración: la del Espíritu Santo.

El efecto del padre DJ: escuchar música también puede ser una forma de orar

Para Laila y Andrea, de la Arquidiócesis de Toluca, vivir la experiencia del padre Guilherme fue conmovedor:

“Se puede sentir a Dios de diferentes maneras, y sentirlo a través de algo que nos gusta, nos pareció algo muy ingenioso. Escuchar música tecno también es una forma de que otros jóvenes lo conozcan”.

Estas jóvenes descubrieron que la oración no solo está en las palabras, sino también en las emociones, en el asombro, en el silencio que sigue a un beat, y en la alegría de ver que Dios sí habla nuestro idioma… incluso cuando parece que está todo oscuro y lleno de ruido.

Un padre DJ que rompe estigmas

Para Sarah, la impresión fue inmediata. Antes de ver al padre Guilherme en vivo, ya había sentido algo al ver sus videos:

“Ver a un padre tocando música electrónica… eso para los jóvenes es muy impresionante, aunque muchos crean que ellos no puedan hacerlo. Dios sabe cómo llegar a cada uno de nosotros, pero hay que confiar. Hay que darle la oportunidad a Dios, a la vida católica. No es una vida aburrida.”

Ese testimonio refleja una realidad: la fe necesita ser redescubierta por los jóvenes desde su propio contexto, y el padre Guilherme ha entendido que el lenguaje de hoy es dinámico, visual, musical, comunitario. Música con mensaje

Vicente, de San Felipe Chicoloapan, resumió la experiencia con claridad:

“No sólo se trata de música electrónica. En esto hay un mensaje por el que Dios quiere llegar.”

La música se convierte en un canal, pero el verdadero contenido es el Evangelio, la Buena Nueva que transforma vidas y toca corazones abiertos, aun en medio de un escenario lleno de luces y sonidos.

Una fe que se mueve con el mundo

Norma, de la Diócesis de Texcoco, ve en esta propuesta una fiel respuesta al llamado del Papa Francisco:

“Es una forma de evangelizar, de callejear la fe, como dijo el Papa. Cristo nos pide nuevas maneras de evangelizar, no quitando la esencia, sino trabajando desde la realidad de los jóvenes.”

Y es que lo que el padre Guilherme propone no es show ni espectáculo vacío, sino un testimonio valiente de que el Evangelio no está limitado a un templo o a una homilía: puede estar presente en cada mezcla, cada letra y cada silencio compartido entre miles de corazones en búsqueda.

Evangelizar con alegría

El padre Guilherme ha logrado que la música sea no el fin, sino el medio para que los jóvenes entren en contacto con Dios. Muchos se acercan por curiosidad; otros, por emoción… pero muchos más se quedan porque descubren que ahí está Cristo, vivo, presente, hablándoles con el lenguaje del gozo.

En un mundo donde la fe parece lejana, este sacerdote ha mostrado que no es así. Dios también se encuentra entre beats, consolas y corazones encendidos. Y cuando el Espíritu Santo marca el ritmo, nadie queda indiferente.

Una prueba de que la fe no está peleada con la alegría.



Autor

Lic. en Lengua y literaturas hispánicas por la UNAM, con experiencia en edición digital y redes sociales. Ha sido editora de los sitios web Padres e hijos, Cocina Fácil y colaborado en National Geographic y Muy Interesante. Actualmente es editora en la Diócesis de Azcapotzalco y forma parte del equipo de redes de Desde la Fe.