La devoción del cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, por la Virgen de Guadalupe, nació durante su infancia y adolescencia en Nayarit, de donde es originario y donde estudió los primeros años de su formación sacerdotal.
Fue su familia la que le inculcó el amor por la Virgen Morena, y su devoción se fortaleció en sus años como estudiante.
“En Tepic hay un santuario guadalupano, y desde niño iba con mi familia a visitar a la Virgen. En la Barranca del Pichón hay otro santuario y me tocó peregrinar a pie cuando era seminarista menor”, comenta, mientras recorre el atrio junto a los peregrinos que se le acercan para tomarse una foto con él, solicitarle consejo o pedirle una bendición.
“Desde niño también tuve la oportunidad de venir a la Basílica de Guadalupe. Por todas partes tenemos a la Virgen de Guadalupe”, recuerda.
El cardenal Aguiar reconoce que, como Arzobispo, se siente conmovido por la devoción que millones de mexicanos profesan por la Virgen. “Este movimiento completamente constante y dinámico de la gente que viene a peregrinar aquí, no puedo menos que dar gracias a Dios por la emoción que siempre me embarga de compartir la misma fe y la misma devoción”, expresa.
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