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El Papa insiste en la necesidad de promover una cultura de la misericordia

ACI Prensa El Papa Francisco volvió a insistir en la necesidad de promover una cultura de la misericordia “basada en el redescubrimiento del encuentro con los demás”.El Santo Padre realizó esta petición durante la audiencia que concedió este sábado 10 de marzo a los miembros del movimiento suizo “Fuente de la Misericordia”, entre cuyos objetivos se […]

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El Papa Francisco volvió a insistir en la necesidad de promover una cultura de la misericordia “basada en el redescubrimiento del encuentro con los demás”.

El Santo Padre realizó esta petición durante la audiencia que concedió este sábado 10 de marzo a los miembros del movimiento suizo “Fuente de la Misericordia”, entre cuyos objetivos se encuentra, precisamente, difundir las obras de misericordia en la sociedad.

“Os animo, a través de la vida fraterna y con la ayuda del Espíritu Santo, a ‘hacer que crezca una cultura de la misericordia, basada en el redescubrimiento del encuentro con los demás: una cultura en la que ninguno mire al otro con indiferencia ni aparte la mirada cuando vea el sufrimiento de los hermanos’”, señaló Francisco.

El Pontífice invitó a los miembros de la Fuente de la Misericordia “a perseverar con constancia y regularidad en la oración. Lo sabéis; es allí, en el encuentro de corazón a corazón con el Señor, escuchando su Palabra, que se nos concede renacer cada día en el agua viva de su misericordia, que fluye de su corazón abierto”.

“Ojalá también vosotros, a través de vuestra vida sacramental, podáis convertiros en testigos de la misericordia de Dios, que es para todos los hombres una llamada a reconocer la belleza y la alegría de ser amados por Él”.

En este sentido, el Papa dio “gracias al Señor que os ha permitido experimentar su misericordia y que os ha llevado a buscar y proponer medios para que pueda permanecer firmemente arraigada en vuestros corazones y ayudaros, pues, a mirar siempre con serenidad a la vida cotidiana”.

“Con esta esperanza, os encomiendo al Señor y a la intercesión de la Virgen María; y, mientras os pido que recéis por mí, os imparto la bendición apostólica, extensible a todos los miembros de la Fuente de la Misericordia”, finalizó.