¿Qué es una Puerta Santa en la Iglesia Católica?
La apertura de una Puerta Santa por un Papa es un hecho de gran relevancia para la Iglesia Católica, pero en especial para los fieles y que solo ocurre en momento especiales.
En el marco del Año Jubilar 2025 convocado por el Papa Francisco, se anunció que Su Santidad abrirá cinco puertas santas, las cuales permanecerán abiertas durante un año, ¿pero qué es una Puerta Santa y cuál es su función dentro de la Iglesia Católica? Te lo explicamos.
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¿Qué es una Puerta Santa?
Una Puerta Santa es una puerta especial que se encuentra ubicada en las catedrales o iglesias designadas por el Papa y que se abren en ocasiones muy significativas, como los años jubilares, y simboliza la misericordia de Dios.
El rito relacionado con la apertura de esta Puerta tiene su origen en la tradición de la Iglesia que se considera que cruzar esta puerta es un acto de fe que otorga indulgencias a los fieles. Así, dicha Puerta es un símbolo de la entrada a la gracia divina y un llamado a la conversión y la reconciliación con Dios.
¿Cuál es el objetivo de una Puerta Santa?
El objetivo que tiene la apertura de la Puerta Santa es ofrecer a los fieles la oportunidad de experimentar la misericordia de Dios de manera tangible, ya que al cruzarla son invitados a reflexionar sobre su vida espiritual, a buscar el perdón de sus pecados y a renovarse en su compromiso con la fe.
Este acto se enmarca dentro de un contexto de penitencia y conversión, promoviendo así un acercamiento más profundo a la vida cristiana por medio de un acercamiento espiritual con Dios.
¿Cada cuánto tiempo el Papa abre una Puerta?
Las Puertas Santas se abren generalmente durante los años jubilares, que ocurren cada 25 años, aunque el Papa puede convocar años jubilares extraordinarios en cualquier momento. Por ejemplo, el Papa Francisco proclamó un Año Santo de la Misericordia, que comenzó el 8 de diciembre de 2015 y concluyó el 20 de noviembre de 2016, durante el cual el Obispo de Roma abrió varias Puertas Santas:
- 29 de noviembre de 2015, nueve días antes del comienzo oficial del Año Jubilar, en su viaje apostólico a la República Centroafricana, abrió la Puerta Santa de la Catedral de Nuestra Señora en la capital Bangui, con lo que fue la primera Puerta abierta por un Papa fuera de Roma.
- 8 de diciembre de 2015 abrió la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro durante la Solemnidad de la Inmaculada Concepción.
- 13 de diciembre de 2015 abrió la Puerta Santa de San Juan de Letrán.
- 18 de diciembre de 2015 abrió la Puerta Santa de la Caridad en un centro de acogida en Termini.
- 1 de enero de 2016, Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, abrió la Puerta Santa de la Basílica de Santa María la Mayor.
- 25 de enero de 2016 abrió la Puerta Santa de la Basílica de San Pablo Extramuros.
¿Quiénes pueden abrir la Puerta?
La apertura de una Puerta Santa es un rito que generalmente es realizado por el Papa o, en su ausencia, por un obispo. Sin embargo, en ocasiones especiales, se puede delegar esta responsabilidad a otros sacerdotes. La autoridad para abrir esa Puerta está vinculada a la misión pastoral y a la potestad de guiar a la comunidad en el camino de la fe.
Este es el rito que se sigue para abrir una Puerta Santa
El rito de apertura de una Puerta Santa incluye una serie de ceremonias litúrgicas. Dicho rito comienza con una oración y la bendición de la puerta, seguido de la ceremonia de apertura, que puede incluir el uso de un martillo o un bastón para golpear la puerta y abrirla.
Este acto simboliza la invitación a entrar en la gracia de Dios y a participar en la vida de la Iglesia. Después de la apertura de la Puerta se celebra una Misa, donde se enfatiza el tema de la misericordia y la reconciliación.
¿Cuánto tiempo dura abierta?
Una vez abierta, la Puerta Santa permanece accesible durante todo el Año Jubilar determinado por el Papa y, en algunos casos, puede permanecer abierta por un tiempo adicional, y ello dependen de la decisión del Papa o del obispo local. Sin embargo, al finalizar el año jubilar, la puerta se cierra, simbolizando el cierre de un tiempo especial de gracia y penitencia.