Oración para terminar el año viejo y comenzar el año nuevo
Te proponemos esta oración para agradecer a Dios por el año viejo y encomendarnos a Él para que nos cuide y nos proteja en el año que comienza.
En esta época es muy importante tener presente todo lo bueno que el Señor nos da, y ofrecerle una oración para terminar el año viejo con agradecimiento, y comenzar el año nuevo con fe y esperanza.
El Señor nos ha llenado de bendiciones en este año que termina y debemos pedirle que nos cuide y nos proteja en el año venidero. Por ello, te proponemos esta oración para terminar el año viejo que puedes hacer junto con toda tu familia.
Oración para terminar el año viejo
Espíritu Santo,
dador de vida
y creador de universos.
Te damos gracias
por todo lo que hemos vivido
el año que concluye,
porque a pesar de tanto dolor
causado por la pandemia,
tú has estado presente,
actuando, fortaleciendo
la esperanza y la fe.
Agradecemos las cosas bellas,
que como las plantas
que surgen en el pavimento,
han sido como bálsamo
que reconforta y cura las heridas.
Ayúdanos a descubrir en los
acontecimientos del pasado,
la acción amorosa
y providente del Padre
y la gracia del Hijo,
para que nos lancemos
con nuevos bríos
a construir tu reino
en el año venidero.
Amén.
Te recomendamos:
¿Por qué es importante ser agradecido?
1. Todo es don de Dios
Reconocemos que nada nos pertenece del todo: la vida, la salud, el trabajo, la familia y hasta las pruebas son dones que Dios nos confía. Agradecer es un acto de humildad que reconoce a Dios como origen de todo bien.
«Toda dádiva buena y todo don perfecto vienen de lo alto» (St 1,17).
2. La gratitud nos acerca a la Eucaristía
La palabra Eucaristía significa acción de gracias. Cada vez que agradecemos, vivimos en coherencia con el corazón de la fe cristiana: una vida ofrecida y agradecida, incluso en medio de la dificultad.
3. Nos ayuda a reconocer a Dios en lo cotidiano
El agradecimiento educa la mirada para descubrir a Dios en lo pequeño y lo diario: un gesto, una palabra, un amanecer, una oportunidad. Quien agradece aprende a ver la presencia de Dios más allá de lo extraordinario.
4. Transforma el sufrimiento en esperanza
Agradecer no es negar el dolor, sino confiar en que Dios puede obrar incluso en la cruz. La gratitud, vivida con fe, abre el corazón a la esperanza y fortalece la confianza en la Providencia.
«Den gracias a Dios en toda ocasión» (1 Tes 5,18).
5. Nos hace más conscientes del prójimo
Un corazón agradecido se vuelve más generoso y compasivo. Reconocer lo recibido nos impulsa a compartir, a servir y a amar mejor, sabiendo que también nosotros vivimos de la misericordia de Dios.
Esta nota se actualizó el 18 de diciembre de 2025.


