¿Cómo son las votaciones del Cónclave para elegir a un nuevo Papa?
El proceso para elegir al Papa en un Cónclave consiste de tres fases muy delimitadas a las que se deben ajustar los cardenales electores. ¡Conócelas!
El proceso para que el Colegio Cardenalicio elija a un nuevo Papa sigue una tradición milenaria cuidadosamente regulada y contenida en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por San Juan Pablo II en 1996, que establece con detalle cómo deben desarrollarse las votaciones durante el Cónclave.
De acuerdo con el precepto de la Iglesia católica, la elección del nuevo Sumo Pontífice, tras la muerte o renuncia de su antecesor, debe realizarse exclusivamente por escrutinio (per scrutinium). Para que la elección sea válida, se requiere que al menos dos tercios de los cardenales electores presentes y votantes apoyen a uno de los candidatos.
¿Cómo se desarrollan las votaciones en el Cónclave?
En el Cónclave se reúnen todos los cardenales electores, los menores de 80 años, y los eméritos, mayores de 80 años, en la Capilla Sixtina, donde se realizan varias votaciones secretas y envueltas en estrictas normas de privacidad y solemnidad, hasta que logran alcanzar la elección del nuevo Papa.
El proceso de votaciones en el Cónclave para la elección del nuevo Papa, que se realiza en la Capilla Sixtina, se divide en tres fases principales: preescrutinio, escrutinio y postescrutinio, que se realizan en momentos específicos que garantizan el orden y la transparencia del acto.
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¿Cuáles son las tres fases del proceso de votación del Cónclave?
Preescrutinio
En esta primera fase se realiza:
- La preparación y distribución de las papeletas por parte de los Ceremonieros, quienes entregan por lo menos dos o tres a cada Cardenal elector; dichas papeletas deben tener forma rectangular y llevar impresas en la mitad superior las palabras Eligo in Summum Pontificem, mientras que en la mitad inferior debe dejarse espacio para escribir el nombre del elegido; por lo que la papeleta está hecha de modo que pueda ser doblada por la mitad.
- La extracción por sorteo, entre todos los Cardenales electores, de tres Escrutadores, de tres Infirmarii o encargados de recoger los votos de los enfermos y de tres Revisores; este sorteo es realizado públicamente por el último Cardenal Diácono, el cual extrae seguidamente los nueve nombres de quienes deberán desarrollar tales funciones.
Escrutinio
En la segunda fase se lleva a cabo:
- En las papeletas de modo secreto cada Cardenal elector escribirá claramente el nombre del candidato al que elige, evitando escribir más nombres, ya que en ese caso el voto sería nulo.
- Cada Cardenal elector, por orden de precedencia, después de haber escrito y doblado dos veces la papeleta, teniéndola levantada de modo que sea visible, la lleva al altar, delante del cual están los Escrutadores y sobre el cual está colocada una urna cubierta por un plato para recoger las papeletas.
- Al llegar a la urna el Cardenal elector pronuncia en voz alta la siguiente fórmula de juramento: “Pongo por testigo a Cristo Señor, el cual me juzgará, de que doy mi voto a quien, en presencia de Dios, creo que debe ser elegido”.
- A continuación deposita la papeleta en el plato y con éste la introduce en la urna. Hecho esto, se inclina ante el altar y vuelve a su sitio.
- Una vez que todos los Cardenales electores introdujeron su papeleta en la urna, el primer Escrutador la mueve varias veces para mezclar las papeletas e, inmediatamente después, el último Escrutador procede a contarlas, extrayéndolas de manera visible una a una de la urna y colocándolas en otro recipiente vacío.
- Los Escrutadores se sientan frente a una mesa colocada delante del altar; el primero de ellos toma una papeleta, la abre, observa el nombre del elegido y la pasa al segundo Escrutador quien, comprobado a su vez el nombre del elegido, la pasa al tercero, el cual la lee en voz alta e inteligible.
- Concluido el escrutinio de las papeletas, los Escrutadores suman los votos obtenidos por los varios nombres y los anotan en una hoja aparte. El último de los Escrutadores, a medida que lee las papeletas, las perfora con una aguja en el punto en que se encuentra la palabra Eligo y las inserta en un hilo, para que puedan ser conservadas con más seguridad. Al terminar la lectura de los nombres, se atan los extremos del hilo con un nudo y las papeletas así unidas se ponen en un recipiente o al lado de la mesa.
Postescrutinio
En esta última etapa:
- Los Escrutadores suman todos los votos que cada candidato ha obtenido y si ninguno ha alcanzado al menos los dos tercios de los votos en aquella votación, el Papa no ha sido elegido; en cambio, si resulta que alguno ha obtenido al menos los dos tercios, se tiene por canónicamente válida la elección del Romano Pontífice.
- En ambos casos, es decir, se lograra o no la elección, los Revisores deben proceder al control tanto de las papeletas como de las anotaciones hechas por los Escrutadores, para comprobar que éstos realizaron con exactitud y fidelidad su función.
- Inmediatamente después de la revisión, antes de que los Cardenales electores abandonen la Capilla Sixtina, todas las papeletas son quemadas por los Escrutadores, ayudados por el Secretario del Colegio y los Ceremonieros, llamados entre tanto por el último Cardenal Diácono.
- En el caso de que se debiera proceder inmediatamente a una segunda votación, las papeletas de la primera votación se quemarán sólo al final, junto con las de la segunda votación.
La tradicional “fumata” que sale de la chimenea de la Capilla Sixtina luego de las votaciones en el Cónclave indica al mundo el resultado: humo negro para señalar que no se ha elegido aún Papa, y humo blanco cuando finalmente se logra la elección del sucesor de San Pedro que tomará las riendas de la Santa Sede.
¿Cuántos escrutinios se realizan por día y en qué horarios?
Según se establece en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, el primer día usualmente se lleva a cabo una sola votación y a partir del segundo día se pueden realizar dos votaciones por la mañana y dos por la tarde.
Después de cada dos votaciones sin éxito, se puede dedicar un tiempo a la oración y reflexión de los Cardenales electores antes de continuar con el proceso de elección del nuevo Papa.
Cabe destacar que la rutina diaria sigue este ritmo hasta que uno de los cardenales obtiene la cantidad requerida de votos para ser electo Papa, sin embargo, si después de varios días de votación no se alcanza una mayoría, se pueden considerar otros métodos de elección, según lo dispuesto en la Universi Dominici Gregis.
¿Quiénes cuentan los votos en el Cónclave para la elección del Papa?
El conteo de los votos emitidos por los Cardenales electores es realizado por:
- Tres escrutadores, elegidos por sorteo entre los cardenales al inicio del Cónclave.
- Tres revisores, también sorteados, quienes supervisan todo el procedimiento para confirmar su validez.
- Tres encargados de recoger las papeletas, en caso de necesidad especial, por ejemplo recolectar las papeletas de los cardenales enfermos que se encuentren en la Casa Santa Marta.
¿Cuántos votos se necesitan en el Cónclave para que un cardenal sea Papa?
Para ser elegido Papa, un cardenal debe recibir una mayoría calificada que se logra con los dos tercios de los votos válidamente emitidos durante el Cónclave que se realiza en la Capilla Sixtina. Por ejemplo, si hay 120 cardenales electores, como se establece en la Constitución Apostólica, se necesitan al menos 80 votos para que la elección sea válida.