Fraternidad sin fronteras: Un hogar para todos
Esta fundación es una de las que se han sumado a la Megamisión 2019 de la Arquidiócesis de México.
Fraternidad sin Fronteras no es solo una fundación que ofrece vida digna a personas con discapacidad mental en estado de abandono. Esta fundación es un hogar para 75 niños, jóvenes y adultos que han sido rescatados de una vida de pobreza y precariedad.
Ellos, y más de 50 trabajadores –personal administrativo médico, psicológico y cuidadores- forman una gran familia, aseguró Víctor Hugo Farías, responsable del Área de Inclusión Social.
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En entrevista con Desde la fe, el especialista explicó que el objetivo de Fraternidad sin Fronteras es lograr que los residentes gocen plenamente de todos sus derechos, desde educación, salud y alimentación hasta una vida plena y feliz, con atención física, psicológica y emocional, en un ambiente de amor.
“Casi todos los que llegan son niños y adolescentes y muy pocos van a la escuela. Lo primero que hacemos es garantizar el derecho a la educación”, aseguró.
Todos los niños y adolescentes acuden a un Centro de Atención Múltiple, de la Secretaría de Educación Pública, donde reciben educación primaria, secundaria y capacitación laboral, con talleres como panadería, serigrafía y jardinería.
Fraternidad sin Fronteras tiene una estrecha relación de colaboración con la Catequesis Diferencial de la Arquidiócesis de México (CADIAM), que se dedica especialmente a la formación religiosa de personas con discapacidad.
“Aquí en la fundación no les llamamos catequistas sino madrinas, porque ellas, además de enseñar el catecismo, se convertirán en las madrinas de Primera Comunión”.
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Esta fundación es una de las asociaciones y grupos de la sociedad civil que se han sumado a la Megamisión 2019 de la Arquidiócesis de México.
“El objetivo de participar en la Megamisión es la sensibilización. En su mayoría, participarán adolescentes y lo que buscamos es precisamente que, al estar aquí, estos jóvenes puedan sensibilizarse hacia la discapacidad, y que se vuelvan sensibles hacia los amigos especiales, que es como les llama CADIAM”.