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COLUMNA

La voz del Obispo

La política es la forma más alta de caridad

La participación política de la jerarquía eclesiástica y de todos los fieles cristianos es necesaria en cuanto a la búsqueda del bien común.

23 abril, 2024
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Es Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México. 

El Papa Benedicto ha sacudido al mundo diciendo que la política es una de las formas más elevadas de la caridad, pues la política es una vía, un camino para servir al bien común y por ello al prójimo. Cabe distinguir de antemano cómo los ministros de culto participamos haciendo una política que sirva al bien común, pero no partidista.

Por otro lado, los laicos, de quienes depende permear con los valores del Evangelio toda realidad desde dentro, sí están llamados a buscar el bien común incluso participando y promoviendo un partido político que encarne los ideales de sus creencias.

Es por ello, que los laicos como ciudadanos se hagan responsables y ejerzan con conocimiento de causa, con discernimiento y con su juicio, su capacidad electora ante las próximas elecciones con una participación política ya desde el tiempo en que los candidatos a la presidencia y otros niveles están haciendo su campaña política.

La tarea de los pastores de la Iglesia, y entiéndase aquí la Jerarquía eclesiástica conformada por los diáconos, presbíteros y obispos, esta orientada a la educación de los discípulos de Cristo para que sean cada vez más testigos de Cristo en todos los ámbitos de la vida del ser humano, incluido el político.

Quisiera hacer del conocimiento de nuestros lectores que los miembros de la jerarquía no realizamos proselitismo a favor o en contra de candidatos o partidos políticos; estamos llamados a no usar los actos de culto con fines políticos, ni proselitistas; no promovemos, ni inducimos el voto hacia un partido político específico, ni participamos en la propaganda electoral ni en campaña política alguna.

Así mismo sí podemos ejercer la libertad de expresión dentro de un marco de la laicidad que presumen nuestras leyes, que es la justa autonomía entre la Iglesia y el Estado al tiempo que se busca el bien común desde la fe y la política.

Por tanto, el motivar la participación ciudadana, despertar la conciencia acerca de la importancia de votar, el formar la conciencia para que las personas voten de acuerdo a sus convicciones más profundas por el candidato que encarne sus ideales, es un acto que se debe fomentar.

Se trata de amar la Patria y buscar lo mejor para ella buscando no solo el mejor candidato sino tratando fortalecer la participación ciudadana, antes, en y después de las elecciones en nuestra Nación mexicana.

Por tanto, la participación política de la jerarquía eclesiástica y de todos los fieles cristianos es necesaria en cuanto a la búsqueda del bien común. La política, por tanto, es necesaria para el bien común. Por ello, en estos momentos de campaña electoral en nuestro país la participación política (y no la abstención) es muy necesaria para discernir el voto y elegir con mayor conciencia y discernimiento a los candidatos que mejor garanticen el bien de todos.


Autor

Es Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México.