El regalo del tiempo vacacional
El tiempo vacacional es un regalo. Dios Nuestro Padre bendiga a los niños, jóvenes y adultos que se encuentran tomando vacaciones.
En los ciclos escolares están perfectamente marcados los días en que no hay actividad y quedan para tomar un tiempo de descanso. De igual manera en la experiencia laboral siempre existen días determinados que se establecen como vacación. Nos encontramos en el tiempo en el que una buena parte de los estudiantes han comenzado esos días de descanso, y me ha parecido importante hacer una sencilla reflexión sobre lo que implica tomar unas vacaciones.
Recuerdo un poco mi infancia y cómo pensar en vacaciones era imaginar salir lejos, a lugares turísticos, tal vez incluso no siempre fácil por la situación económica de la familia; pero también tengo presentes los momentos en que junto con tíos y primos disfrutábamos de un balneario o de días de campo en el bosque, y el resto del tiempo era permanecer en casa, ayudando a los quehaceres cotidianos y disfrutando simplemente de estar juntos jugando y haciendo travesuras.
Hoy han cambiado muchas cosas, se han multiplicado los cursos de verano, en escuelas, en las alcaldías, en las Iglesias; gracias a Dios hay una gran oferta de actividades que permiten a los niños y jóvenes disfrutar y aprovechar el periodo vacacional. Y es que las vacaciones no significan “no hacer nada”, más bien es la oportunidad de hacer otras cosas que ordinariamente no hacemos, es el tiempo de profundizar en aspectos que no hemos podido debido a los tiempos, y de desarrollar algunas habilidades que son de nuestro gusto o interés.
Lo cierto es que las vacaciones son un regalo, por ello es muy importante aprovechar ese tiempo que Dios nos da en el marco de la organización de nuestras instituciones, regalo que se aprovecha para nutrirnos, enriquecernos personalmente, pero también para darnos a los demás por medio del encuentro, del diálogo, de la convivencia, del encuentro para compartir la vida y el esparcimiento.
Los mayores debemos ayudar a los más pequeños a descubrir todas las oportunidades que nos da el tiempo vacacional, orientar y guiar para que las nuevas generaciones aprendan a sacar lo mejor de esos días de descanso. Es cierto que nuestros niños y jóvenes lo son d esta “era digital”, sin embargo, hay que poner todo nuestro esfuerzo para que, dejando un poco las pantallas, se arriesguen a encontrarse con otros chicos y chicas, que puedan seguir fortaleciendo los lazos que hacen a los seres humanos capaces de convivencia armoniosa y fraterna.
Soy consciente que las grandes desigualdades que existe en nuestra sociedad, de los enormes problemas de inseguridad por los que atraviesa nuestra Patria, la crisis económica que sufren muchas de nuestras familias, no obstante, también soy testigo de que nuestro México está lleno de hombres y mujeres que cada día trabajan por el bien de los suyos y hacen lo mejor que esta en sus manos para que así sea; confiando en estos hermanos, que son muchos, espero que podamos vivir este tiempo vacacional con mucho fruto, que este sea motivo de esperanza para continuar el camino y en medio de las actividades que hemos de realizar en estos días no nos olvidemos de los que menos tienen.
Dios Nuestro Padre, que nos ha revelado el valor del descanso, bendiga a los niños, jóvenes y adultos que se encuentran tomando vacaciones, para que éstas redunden en personas fortalecidas e integradas para nuestra sociedad.
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