Excomulgar a alguien es la sanción más grave dentro de la Iglesia católica, significa apartar a alguien de la comunidad.
Es una medida medicinal puesto que tiene la intención de hacer reflexionar a la persona que incurre en ella sobre la gravedad de su falta y sus repercusiones.
Hay dos tipos: una que es “automática” efecto de pecados especialmente graves en los que puede incurrir una persona. Otra es mediante un proceso judicial, presentado ante un tribunal eclesiástico y siguiendo determinadas etapas.
Cabe mencionar que ninguna excomunión es para siempre. Tampoco cualquier sacerdote puede excomulgar a una persona.