El Papa y su visita a África
La visita del Papa al Congo y Sudán del Sur tuvo cuatro grandes propósitos, y uno de ellos fue dejar en claro que hay Papa Francisco para rato.
La vista que el Papa Francisco realizó, del 31 de enero al 5 de febrero, a la República Democrática del Congo (105,000,000 habitantes) y al Sudán del Sur (11,400,000 habitantes), tuvo cuatro grandes propósitos.
Primero. Dejar en claro que hay Papa para rato. El Vaticano sabía que era un viaje particularmente difícil por el clima, las condicioens de esos países y la intensidad de la agenda. Aún así se decidió hacerlo.
Mostró a los ojos del mundo que el Papa, a pesar de sus limitaciones de movilidad, tiene que hacer desplazamientos en silla de ruedas, está en plena capacidad, a sus 86 años, para hacer frente a sus responsabilidades en la conducción de la Iglesia.
Segundo: Subrayar la importancia que para la Iglesia tiene el contienente africano. Su futuro está aquí. Hoy día el catolicismo crece solo en Asia y África. En los dos países que visitó el catolicismo tiene una gran relevancia.
La Iglesia Católica está presente en los 57 países de África que tiene una población de 1,216,000,000 de personas, de ellas son católicas 253,000,000, el 20.8%. Del total de los católicos en el mundo, América ocupa el primer lugar (48.1%), Europa el segundo (21.2%) y África el tercero (18.7%).
Aquí está el mayor crecimiento de fieles con 3.4% (2020 y 2021) y es también de sacerdotes con 3.45% en el mismo período. La República Democrática del Congo es donde hay más católicos con 48,000,000 y son el mayor porcentaje de la población en Guinea Ecuatorial con el 87%.
Tercero. Ecumenismo en acción. El Papa está convencido de la necesidad de impulsar la acción conjunta con las otras iglesias cristianas, de manera particular con las que surgen de la Reforma protestante en el siglo XVI.
El viaja a Sudán del Sur, la nación más joven, el Papa se hizo acompañar de Justin Welby, arzobispo de Canterbury y responsable de la Iglesia anglicana, y el moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, el presbiteriano Iain Greenshields.
Los tres han trabajado unidos por el fin del conflicto armado, el restablecimiento de la paz y la reconciliación. En 2019, cuando el número de los muertos por el conflicto bélico llegó a las 200,000 personas, el Papa convocó en el Vaticano a un retiro espiritual a los líderes de ese país, enemigos entre sí, el presidente Salva Kiir y el vicepresidente Riek Machar.
Cuarto. La paz y la reconciliación nacional. Diversos países de África viven conflictos armados. El Papa, desde el inicio de su pontificado, ha trabajado por la paz, pero ahora, en la parte final del mismo, ha decidido hacerlo con mayor intensidad de manera particular en el continente africano.
A lo largo del viaje en sus intervenciones hizo constantes menciones a: el saqueo que vive África de sus yacimientos mineros, que son la causa principal de los conflictos bélicos. Es el caso de la República Democrática del Congo y de Sudán del Sur.
Y también a la urgente necesidad de visibilizar a nivel mundial los conflictos armados que tiene lugar en África y alcanzar la paz y la reconciliación: “En un mundo abatido por la violencia y la guerra, la paz nace cuando las heridas sufridas no dejan cicatrices de odio, sino que se convierten en un lugar para hacer sitio a los demás y acoger sus debilidades”.
Y añadió que “entonces, las fragilidades se convierten en oportunidades y el perdón en el camino hacia la paz. No se trata de dejarlo todo atrás como si nada hubiera sucedido, sino de abrir a los demás con amor el corazón”.
En los próximos meses vamos a ver a un Papa que continúa en el proceso de transformación de la Curia Romana, en el marco de la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium; con viajes a distintas regiones del mundo y una agenda que promueve el ecumenismo, el diálogo interreligioso e impulsa la paz y la reconciliación.
Otros artículos del autor:
- Libro reúne las biografías de 307 católicos que han sido protagonistas en México
- Las cualidades de la educación jesuita
- A causa de la pandemia, en México disminuye la expectativa de vida