En serio, ¿”Nadie nos va a extrañar”? La cruda realidad que revela la serie más popular entre jóvenes

¿Qué tiene la nueva serie Nadie nos va a extrañar, que se ha convertido en la más popular entre la juventud y una preocupación para los padres de familia?

El respeto y el amor a la vida se han ido perdiendo, mientras que la ansiedad (vivir mentalmente en el futuro miedoso) y la depresión (vivir mentalmente en el pasado culposo), generan una ola de enfermedades mentales que nadie puede frenar. Lo más increíble es que jamás la vida había sido tan fácil y sencilla (todo a un clic de distancia) y al mismo tiempo, tan compleja y aterradora como ahora.

Con estos cambios, hoy el su1cidi0 es la primera causa de muerte entre niños, niñas y jóvenes, siendo el grupo de mayor riesgo el de 9 a 26 años, de acuerdo al Instituto Nacional de Psiquiatría. El aumento en los casos se ha duplicado desde la pandemia, y se ha normalizado la palabra, el concepto y la “muerte light”. Incluso, la frase “nadie nos va a extrañar”, que es el título de la serie más popular de Prime en este momento, ocupa el primer lugar en las tendencias entre los jóvenes y nos invita a reflexionar profundamente.

Nadie nos va a extrañar, una serie ambientada en los 90s

En esta serie, situada en los años 90, Memo -un joven adinerado y solitario- es el nuevo de una preparatoria donde se presenta un clima escolar adverso y de mucho bullying. Diego es el “Rey del patio” y golpea y abusa de quien quiere y cuando quiere, apoyado por sus dos amigos violentos. Los maestros no hacen nada, incluso, ellos mismos consumen alcohol en el colegio.

Así, en su primer día, Memo, quien sólo cuenta con su chofer para apoyarse en la vida, se topa con Alex -líder y guapo-, a quien se le cae un sobre con dinero, y Memo se lo devuelve. A manera de agradecimiento, Alex lo defiende de los abusivos compañeros cuando están a punto de golpearlo.

A partir de este noble gesto, Memo y Alex se hacen amigos, y éste último lo integra a su grupo de compañeros, que se dedican a vender trabajos escolares. Con tal de tener amigos, Memo acepta participar. Socialmente, poco a poco le va cada vez mejor, hasta que un día sus papás le informan que se cambiarán de ciudad… una vez más.

Memo se enoja mucho, pero después llega a una extraña calma en la que comienza a regalar a sus compañeros cosas valiosas como su computadora; también va dejando señales de despedida, muy sutiles. Sus padres no se enteran ni se interesan.

Cuando sus amigos captan que tal vez Memo está en depresión, llegan a su casa… pero ya es tarde… ha tomado una fatal decisión: Memo ha cometido un su1cidi0.

“Hacer un Memo”

Esto pudiera parecer la historia de una serie, y nada más; sin embargo, el fenómeno del pensamiento y acto de su1cidi0 me consta que cruza por la mente de al menos 30 alumnos por escuela, y es frecuente que algunos de ellos pasen valientemente en mis conferencias a dar su testimonio, que a todos nos hace llorar.

Que un niño, un joven o cualquier persona no quiera vivir, es terrible y algo de mucha seriedad; sin embargo, este tema (que fue tocado extraordinariamente bien por los creadores de la serie para hacer conciencia), ha detonado una nueva frase en el calo del lenguaje juvenil: “Voy a hacer un MEMO”.

Esto significa que quieren cometer su1cidi0, quitarse la vida, el acto más terrible que una persona pueda cometer contra sí misma. Y lo hacen con una ligereza ¡que asusta! Y por si fuera poco, a estos comentarios les siguen miles y miles de “likes”, que apoyan y alientan estas declaraciones.

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El miedo y su visión desesperanzadora

¿Por qué la vida hoy no se valora? ¿Por qué hay tan pocas ganas de vivir? ¿Por qué los jóvenes en la vida real piensan en su1cidi0, hablan de ello y hasta lo abren en sus grupos como si nada pasara? La respuesta es sencilla y compleja a la vez: se trata del MIEDO.

El miedo es el sentimiento que genera una visión de vida desesperanzadora y decepcionante, donde pareciese que ir hacia adelante es lo peor que puede pasar, y no se quiere enfrentar. Así, algunos jóvenes no quieren vivir y no se imaginan TODO lo que el mundo los va a EXTRAÑAR, todo el dolor que dejan a su paso y lo triste que es, como sociedad, saber que estamos llegando tarde. Así es…

• Estamos llegando tarde a darles un hogar de amor, cuidados y pertenencia, debido a que, como padres, estamos híper ocupados y ausentes.
• Estamos llegando tarde a fomentar en las escuelas el respeto, la cultura de paz y el lenguaje sin groserías, que tanto daña la auto imagen de las personas.
• Estamos llegando tarde a regular las redes sociales y medios de comunicación; cada vez más burlones y groseros que “enseñan” socialmente a las nuevas generaciones “lo vulgar y grosero como normal”, que se acaba volviendo bueno.
• Estamos llegando tarde a curar la salud mental cuando la tolerancia a la frustración, el autocontrol y el auto aprecio, son los pilares de ésta. En lugar de curar la mente, la dejamos enfermar.

Lecciones de Nadie nos va a extrañar

Considero que la serie Nadie nos va a extrañar tiene grandes lecciones que debemos analizar con nuestros hijos, además que es un gozo volver a viajar en nuestra mente a los tiempos del videoclub, la vida sin celular, y los tiempos del estudio y el esfuerzo, que ojalá regresen algún día.

Por último, si conoces a alguna persona que:

1. Habla mucho de la muerte.
2. Escribe cartas donde sutilmente se despide.
3. Dice cosas como “para qué existo”, “no valgo nada”, “todo lo arruino”, “no hay solución” o “voy a hacer un Memo”.
4. Comienza a regalar sus posesiones más preciadas.
5. Parece que nada le interesa ni motiva, y está distraído o disperso.

¡Pide ayuda de inmediato!

La vida de alguien puede estar en riesgo. Y por favor, atiende a tus hijos si los escuchas con la frase de “hacer un Memo”, pues el su1cidi0 es algo muy grave y no podemos minimizarlo con estas frases de moda.