Concientización ante el cambio climático
La preocupación por el tema se ha convertido en un tópico constante, incluso el pasado 15 de mayo se inauguró la cumbre "De la crisis climática a la resiliencia climática" en la Casina Pío IV del Vaticano
Consultor en temas de seguridad, justicia, política, religión y educación.
Año con año son mucho más evidentes los efectos ocasionados por el cambio climático: los fenómenos naturales impactan con una fuerza atípica, la crisis derivada por el estrés hídrico ha provocado sequías e incluso desertificación en diversas zonas, los terremotos se han vuelto poco predecibles y más potentes y las lluvias han provocado desbordamientos de ríos y numerosas localidades inundadas.
El efecto invernadero ha provocado que la temperatura del océano se acrecenté, en datos de la Organización Meteorológica Mundial se menciona que un 27% del océano está experimentando una ola de calor marina desde agosto de 2023. Además de afectar al medio y a los ecosistemas asociados, este fenómeno también impulsa el desarrollo de ciclones tropicales.
Los diversos ecosistemas están sufriendo transformaciones que podrían ser irreversibles; por ejemplo, cada vez es más constante la presencia de tiburones en algunas playas alrededor del mundo, su aparición se debe a múltiples factores entre los que destacan el que la pesca ilegal ha reducido de manera considerable su alimento, el aumento de la marea, lo cual eleva el nivel del mar y la búsqueda de corrientes más frías, entre otros; de lo que sí podemos estar seguros es que estos avistamientos pueden convertirse en tragedias como el caso del ataque a dos personas, la semana pasada, en la Isla del Padre en Texas.
Ésta no es la única especie desorientada y que emigra de sus ecosistemas habituales, a ella hay que sumarle diversas clases de peces, aves, mariposas, venados, alces y múltiples animales, lo que no solo produce una pérdida de biodiversidad sino una alteración que se traduce en cambios significativos para nuestro entorno.
La preocupación por el tema se ha convertido en un tópico constante, incluso el pasado 15 de mayo se inauguró la cumbre “De la crisis climática a la resiliencia climática” en la Casina Pío IV del Vaticano, sede de las Pontificias Academias de Ciencias y Ciencias Sociales; en donde se destacó que lamentablemente, aunque aún hay mucho trabajo por delante en cuanto a la prevención, se debe comenzar a pensar en las acciones de adaptación a una realidad que es cada vez más palpable.
Aunque no queramos, la resiliencia es una de las decisiones más necesarias, pero también es real que el trabajo en cuanto a la prevención es importante, por lo que se deben reforzar las áreas de protección civil, asignar un aumento en los recursos económicos, mayor capacitación y la creación de más instancias dedicadas a la profesionalización en este rubro, entre múltiples acciones en todos los niveles de gobierno.
Estamos librando una batalla contra el reloj y como bien lo mencionó su Santidad el Papa Francisco: “Por más que se pretendan negar, esconder, disimular o relativizar, los signos del cambio climático están ahí, cada vez más patentes”, es nuestra responsabilidad actuar en consecuencia.
MÁS ARTÍCULOS DEL AUTOR:
El poder de la honestidad
*El autor es consultor en temas de Seguridad, Inteligencia, Educación, Religión, Justicia, y Política.
*Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la Fe.