Noticias del infierno
En este andar expurgando libros y artículos periodísticos he reunido tres frases sobre el infierno que me gustaría pensar con el lector
Uno de mis pasatiempos, algunos los llaman hobbies, es apuntar citas que me parecen interesantes, ingeniosas, irónicas o inspiradoras. Parto del pensamiento de Isócrates, uno de los forjadores de la democracia ateniense: “Una colección de bellas máximas es un tesoro más estimable que las riquezas”.
En realidad, aquí la belleza no tiene por qué ser esa cosa edulcorada que nos ha vendido Hollywood en sus películas: algo supuestamente perfecto y sin arrugas.
Isócrates (estoy de acuerdo) pensaba más bien en la belleza del pensamiento; alguna frase que nos hace ahondar en el misterio de la existencia, de Dios, del amor, de la vida misma. También puede ser una que nos haga reír.
En este andar expurgando libros y artículos periodísticos he reunido tres frases sobre el infierno que me gustaría pensar con el lector.
La primera es de William Shakespeare: “El infierno es la verdad descubierta demasiado tarde”. La segunda es de Simone Weil, y va más o menos en la misma línea, aunque ya con el toque judeocristiano-socialista de esta magnífica y extraña pensadora francesa: “El infierno es creerse en el paraíso por error”. Y la última (desecho la tremenda definición de Sartre en A puerta cerrada: “El infierno son los otros”) pertenece al ingenioso y arbitrario dandi Óscar Wilde (autor del cuento cristiano más bello de los que he leído, El Gigante egoísta): “El infierno es un lugar en donde el cocinero es inglés”.
Tres versiones de una misma realidad. La realidad del error y de la mala disposición para enfrentar la vida. No es el lugar del castigo con fuego y sed, sino el hecho: 1. de desdeñar la realidad; 2. de creerse “bueno” y 3. de no tener conciencia del otro.
Saetas de pensamiento e ironía que lejos de mostrarnos el horror de existir (estilo Cioran), nos invitan a tomar el don inefable de la Creación con el respeto que merece siempre una obra de arte.
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