La resurrección de los justos, enuncia el fin del mundo
Jesús recomienda nunca lanzarse a ocupar los principales puestos, sino escoger los últimos
¿Los temas tratados en el evangelio de hoy sobre la elección de puestos y sobre la invitación a los indigentes a comer, están relacionados o solamente están juntos por casualidad?
Dentro del camino de Jesús hacia Jerusalén ahora toca un pasaje que está dirigido a las autoridades que lo espiaban. Se trata de dos enseñanzas independientes entre sí.
La primera de ellas es la de la elección de lugares dentro del banquete. Jesús recomienda nunca
lanzarse a ocupar los principales puestos, sino escoger los últimos. Esto como conducta alternativa a lo que sucedía en ese banquete que las personas trataban de ocupar cuanto antes el lugar principal.
Jesús se basa en el principio, todo el que se enaltece a sí mismo será humillado y todo el que se humilla será enaltecido. No se trata de una enseñanza de mucha profundidad teológica, su finalidad es muy práctica, porque da la posibilidad de que si el anfitrión piensa que debes ocupar un mejor lugar, él mismo te pedirá que te sientes más cerca de la cabecera.
La segunda enseñanza, en cambio, sí tiene un sentido de relación con el reino de Dios porque Jesús propone invitar a los que no pueden hacer una invitación de agradecimiento.
Esto estaría basado en otro principio de retribución no expresado por Jesús, que podría formularse así: toda buena acción no retribuida en este mundo será retribuida en la resurrección de los justos. El momento de la resurrección de los justos, es un modo de enunciar el fin del mundo.