¿Cómo es posible poner el corazón en el Reino de los cielos?

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COLUMNA

Cultura Bíblica

¿Cómo es posible poner el corazón en el Reino de los cielos?

Es verdad que el Reino está más allá de lo sensible, pero los efectos de vida y plenitud humanos a los que nos lleva la práctica de sus valores, es la verdadera riqueza a la que se refiere Jesús

4 agosto, 2025

Jesús dice que donde está tu tesoro está tu corazón ¿Cómo es posible poner el corazón en el Reino de los cielos que no se palpa?

Dentro del camino de subida a Jerusalén, el Señor Jesús anunció repetidamente su pasión y muerte. Después de su segundo anuncio (Lc 9,43-45), el Señor desarrolla varias enseñanzas sobre la relación entre Dios y su pueblo.

De parte de Dios, vemos el día de hoy, que “el Padre ha tenido a bien darle el Reino de los cielos al pequeño rebaño”. Por este motivo el pequeño rebaño no debe temer más. El Reino de Dios o Reino de los cielos es presentado por el Señor Jesús como un bien que el ser humano debe administrar con responsabilidad.

¿A qué se refiere? Seguramente no se refiere a riquezas materiales, de las cuales él mismo dice en este texto que no hay que acumular. El Reino de Dios coincide con el señorío de Dios misteriosamente presente aquí y ahora y que tiene su sede en el más allá, donde ni el ladrón puede llegar ni hay peligro de que las polillas lo dañen.

Se trata de un Reino inmaterial, pero no por ello ausente o insulso. San Pablo (Rm 14,17) nos dice que “el Reino de Dios es gozo y paz”. Y el mismo Jesús en el evangelio de San Lucas dice que “hay que enriquecerse de las cosas que son valiosas para Dios” (Lc 12,21).

Es verdad que el Reino está más allá de lo sensible, pero los efectos de vida y plenitud humanos a los que nos lleva la práctica de sus valores, es la verdadera riqueza a la que se refiere Jesús.