La disputa por la frontera sur
La crisis humanitaria en Chiapas es muy grave y el “gobierno” de los grupos del crimen organizado constituye un problema de Seguridad Nacional que nadie enfrenta
La frontera sur de México tiene 1149 kilómetros de largo, de los cuales 956 kilómetros colindan con Guatemala, y 193 kilómetros con Belice. Los estados fronterios son Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo.
A partir de 2021 hay una guerra abierta entre los grupos del cirmen organizado, para controlar la frontera del lado de México en particular la que colinda entre Chiapas y Guatemala.
Diverso voceros de la Iglesia Católica en lo particular, pero también dirigentes de organizaciones de la sociedad civil y activista sociales han denuncido que en esa zona del país el Ejército y la Guardia Nacional (GN) actúan en contrubernio con los grupos criminales.
La disputa es por el control del territorio, donde después ellos son gobierno, que implica controlar las carreteras – tener tránsito libre hacia Centroamérica -, las autoridades de los pueblos y ciudades, el comercio, el trasiego de armas y el tránsito de migrantes.
Los grupos en guerra son el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel del Pacifico y el Cártel de Chiapas y Guatemlala, de reciente creación e integrado por desertores de los dos anteriores. Grupos criminales locales colaboran con estas organizaciones.
La confrontación, que es de alta intensidad, y donde las Fuerzas Aamadas solo son testigos de lo que ocurre, tienen prohibido intervenir, ocurre principalmente en la Región Norte, la Sierra Norte, la Frailesca y los Altos de Chiapas.
De los 123 municipios que tiene el estado, la guerra se extiende a 28 de los mismos. Las autoridades estatales y federales nunca han dado a conocer la estrategia para enfrentar a los grupos criminales en Chiapas. Si es que la tienen.
Y tampoco han hecho público si se investiga a las autoridades locales, estatales y federales en claro contubernio con los grupos criminales. Estos han dado a conocer videos donde denuncian, con pruebas, la complicidad.
En la región de la Sierra Norte los municipios donde se concentra la disputa son: Chicomuselo; Frontera Comapala; Amatenango de la Frontera; Motozintla; Mazapa de Madreo; La Grandeza; Bejucal de Ocamo y Bellavista. En la Región Norte en los municipios de: Ocosingo; Chilón,; Yajalón; Tila y Tumbalá. En estas dos reigiones domina el Cártel del Pacífico.
La Fraislesca está en control del Cártel Jalisco Nueva Generación. Su presencia se concentra en los municipios de La Concordia; Villa Corzo; Ángel Albino Corzo; Montecristo; Villaflores; Coita; Cintalapa y Jiquiplias. Y también en el centro y costa del estado en los municipios de Venustiano Carranza y Tapachula. En los Altos de Chiapas la mayor presencia es del Cártel del Pacífico en los municipios de San Cristóbal de las Casas; San Juan Chamula; Panteheló y Chenaló.
Una de las principales consecuencias de la guerra entre estos cárteles es el desplazmiento de la población. Hay pueblo que han sido abandonados y peremencen vacíos y comunidades enteras que han huido a Guatemla. Las sautroidades locales poco o nada pueden hacer y las estatles y federales que sí tendrían la capacidad de actuar han decidio no hacerlo. La crisis humanitaria en Chiapas es muy grave y el “gobierno” de los grupos del crimen organizado constituye un problema de Seguridad Nacional que nadie enfrenta.
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*Los artículos de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.