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COLUMNA

Convicciones

La disputa por la frontera sur

La crisis humanitaria en Chiapas es muy grave y el “gobierno” de los grupos del crimen organizado constituye un problema de Seguridad Nacional que nadie enfrenta

2 septiembre, 2024
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Rubén Aguilar Valenzuela es profesor universitario y analista político. 

La frontera sur de México tiene 1149 kilómetros de largo, de los cuales 956 kilómetros colindan con Guatemala, y 193 kilómetros con Belice. Los estados fronterios son Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo.

A partir de 2021 hay una guerra abierta entre los grupos del cirmen organizado, para controlar la frontera del lado de México en particular la que colinda entre Chiapas y Guatemala.

Diverso voceros de la Iglesia Católica en lo particular, pero también dirigentes de organizaciones de la sociedad civil y activista sociales han denuncido que en esa zona del país el Ejército y la Guardia Nacional (GN) actúan en contrubernio con los grupos criminales.

La disputa es por el control del territorio, donde después ellos son gobierno, que implica controlar las carreteras – tener tránsito libre hacia Centroamérica -, las autoridades de los pueblos y ciudades, el comercio, el trasiego de armas y el tránsito de migrantes.

Los grupos en guerra son el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel del Pacifico y el Cártel de Chiapas y Guatemlala, de reciente creación e integrado por desertores de los dos anteriores. Grupos criminales locales colaboran con estas organizaciones.

La confrontación, que es de alta intensidad, y donde las Fuerzas Aamadas solo son testigos de lo que ocurre, tienen prohibido intervenir, ocurre principalmente en la Región Norte, la Sierra Norte, la Frailesca y los Altos de Chiapas.

De los 123 municipios que tiene el estado, la guerra se  extiende a 28 de los mismos. Las autoridades estatales y federales nunca han dado a conocer la estrategia para enfrentar a los grupos criminales en Chiapas. Si es que la tienen.

Y tampoco han hecho público si se investiga a las autoridades locales, estatales y federales en claro contubernio con los grupos criminales. Estos han dado a conocer videos donde denuncian, con pruebas, la complicidad. 

En la región de la Sierra Norte los municipios donde se concentra la disputa son: Chicomuselo; Frontera Comapala;  Amatenango de la Frontera; Motozintla; Mazapa de Madreo; La Grandeza; Bejucal de Ocamo y Bellavista. En la Región Norte en los municipios de: Ocosingo; Chilón,; Yajalón; Tila y Tumbalá. En estas dos reigiones domina el Cártel del Pacífico.

La Fraislesca está en control del Cártel Jalisco Nueva Generación. Su presencia se concentra en los municipios de La Concordia; Villa Corzo; Ángel Albino Corzo; Montecristo; Villaflores; Coita; Cintalapa y Jiquiplias. Y también en el centro y costa del estado en los municipios de Venustiano Carranza y Tapachula. En los Altos de Chiapas la mayor presencia es del Cártel del Pacífico en los municipios de San Cristóbal de las Casas; San Juan Chamula; Panteheló y Chenaló.

Una de las principales consecuencias de la guerra entre estos cárteles es el desplazmiento de la población. Hay pueblo que han sido abandonados y peremencen vacíos y comunidades enteras que han huido a Guatemla. Las sautroidades locales poco o nada pueden hacer y las estatles y federales que sí tendrían la capacidad de actuar han decidio no hacerlo. La crisis humanitaria en Chiapas es muy grave y el “gobierno” de los grupos del crimen organizado constituye un problema de Seguridad Nacional que nadie enfrenta.  

*Los artículos de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.


Autor

Rubén Aguilar Valenzuela es profesor universitario y analista político.