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COLUMNA

Convicciones

Palabras de un sacerdote en Chiapas

Vázquez Medina, párroco de la iglesia de San Andrés Apóstol, se pregunta: ¿Qué tiene que pasar para que el gobierno acepte que hay inseguridad?

25 agosto, 2024
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Rubén Aguilar Valenzuela es profesor universitario y analista político. 

Desde 2022 hay una guerra abierta en Chiapas entre los  grupos del crimen organizado que se disputan el control del territorio, lo que causa un gran daño entre la población, y obliga a que comunidades fronterizas huyan hacia Guatemala.

La iglesia católica, a través de sacerdotes que atiendan a población en la profundidad del territorio, han denunciado que los tres ordenes de gobierno no hacen nada por combatir a los criminales y tampoco lo hace el Ejército y la Guardia Nacional (GN). 

El domingo 18 de agosto en Ciudad Hidalgo, Chiapas, hubo una marcha encabezada por el sacerdote de ese lugar, el padre Heyman Vázquez Medina, reconocido activista social y defensor de los derechos humanos en la región.

En su intervención el padre deja en claro cual es la situación que impera en Chiapas y también cual es la posición de la Iglesia frente al gobierno, el Ejéricto y la Guardia Nacional (GN).

Dijo en esa ocasión: “todos observan lo que está ocurriendo en Chiapas, pero nadie actúa. Parece que las autoridades están coludidas con los grupos del crimen organizado porque no actúan o hacen algo por regresar la paz y tranquilidad con la que se vivía en Chiapas”.

En su versión la realidad de Chiapas ahora se caracteriza por el crimen, el secuestro, el cobro de piso y el enfrentamiento entre los grupos del crimen organizado y ante esa situación los tres niveles del gobierno y el Ejército no hace nada.

Y añadió que la política de “Abrazos no balazos” no ha logrado frenar la violencia que ha provocado el desplazamiento forzado de cientos de familias por la disputa que tienen grupos del crimen organizado en distintas regiones del estado.

De manera particular señaló que es alarmante la actitud indiferente de parte del Ejército y la Guardia Nacional, “su presencia no ha significado un descenso en la criminalidad y aunque existen reiteradas denuncias de la presencia de delincuentes parece que no son visibles ante las corporaciones”.

El padre afirma: “Nos preocupa profundamente que ya no distinguimos dónde inicia el gobierno y dónde inicia la delincuencia. Cuando pasamos por un retén de alguna autoridad, su presencia ya no nos da confianza, sino que los vemos como una amenaza (…)”.

Vázquez Medina, párroco de la iglesia de San Andrés Apóstol, se pregunta: ¿Qué tiene que pasar para que el gobierno acepte que hay inseguridad? Y cumpla con deber que tiene de darnos seguridad”.

El sacerdote que hace años levantó la Casa del Migrante en el municipio de Huixtla, con dinero que había ahorrado para realizar un viaje al Jerusalén, que “la Cuarta Trasformación sigue siendo un slogan. El presidente Andrés Manuel López Obrador deja un país igual o peor que los gobiernos anteriores”.


Autor

Rubén Aguilar Valenzuela es profesor universitario y analista político.