Los cruzados escondieron este órgano; 800 años después, vuelve a sonar en Tierra Santa

Leer más
COLUMNA

Compromiso social de la fe

El séptimo Informe de Gobierno

Nuestros hospitales generales en todo el país siguen en el abandono, sin insumos básicos y elevadores clausurados

23 septiembre, 2025
El séptimo Informe de Gobierno
Padre Mario Ángel Flores Ramos
POR:
Autor

Comisionado de la Doctrina de la Fe en la Arquidiócesis Primada de México y miembro de la Comisión Teológica Internacional (CTI). Es director del Observatorio Nacional de la Conferencia del Episcopado Mexicano y fue rector de la Universidad Pontificia de México, cargo que ocupó durante tres trienios. 

Lo que debería haber sido el primer informe de gobierno de la primera presidente de la República se convirtió de principio a fin en un recuento de los falsos logros de su antecesor, aderezados de mentiras y promesas no cumplidas.

Efectivamente lo siguió presentando como el gran gobernante que realizó la gran hazaña de separar el poder político del poder económico para cambiar el rumbo del país y sacar de la pobreza a más de 13 millones de ciudadanos, colocando a México entre los países con menos desigualdad social en todo el continente americano, solamente debajo de Canadá.

Sin mayor rubor afirmó estas dos mentiras en Palacio Nacional rodeada por los mismos invitados de antaño, todos ellos miembros de la anterior administración de gobierno y con unos cuantos empresarios cautivos por la falsa cuarta transformación, gracias a los negocios que necesariamente deben seguir haciendo con ese “poder económico” del que dicen haberse liberado.

El primer “gran logro” señalado en su informe, ha sido en realidad el último peldaño de la destrucción de la República iniciado por el nefasto gobernante del sexenio anterior: la Reforma al poder judicial realizada, dijo la señora presidente, por “elecciones libres”, en “un hecho inédito y profundamente democrático”. Bastaría este ejemplo para notar la falsedad de todo su informe: todos sabemos que Reforma al Poder Judicial se realizó por un capricho de su maestro en el arte de la mentira y la corrupción, y en realidad ha sido el mayor atraco electoral de nuestra historia por las anomalías y fraudes que culminaron con el abstencionismo más grande del que se tenga memoria de nuestra historia, casi el 90% de los electores no se presentaron a las urnas y el 8% de los votos válidos fueron de los
“acarreados” llevados a votar con un “acordeón” con los nombres de los candidatos que
resultaron vencedores.

De allí en adelante se dedicó a enlistar una serie de cifras de dudosa comprobación en cuanto al crecimiento económico, a la superación de la violencia en nuestro país, al mejoramiento en el sistema de salud, d educación y a la inmensa actividad en la construcción de infraestructura por todo el país, que más parece a una serie de buenas intenciones y promesas a futuro que acciones presentes.

Podemos entresacar otro ejemplo al azar: el sistema de salud. Dice haber inaugurado 15 hospitales y está por inaugurar 16 nuevos, todos ellos iniciados en el sexenio anterior, señalando, además, que el 2026 comenzará con la ayuda de los ingenieros militares la construcción de 20 nuevos. La realidad es otra, nuestros hospitales generales en todo el país siguen en el abandono, sin insumos básicos ni medicamentos especializados con salas de operaciones descuidadas y elevadores clausurados, desatención a enfermeras y médicos que constantemente se manifiestan en protestas.

Es una pena que la primera mujer en la presidencia no haya comenzado con un espíritu crítico aceptando los problemas del país y convocando a la unidad a todos los ciudadanos para buscar juntos un mejor horizonte de desarrollo de todos los mexicanos, más allá de ideologías obsoletas y de divisiones sin sentido para llevar a México al lugar que le corresponde.

*Los artículos de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.


Autor

Comisionado de la Doctrina de la Fe en la Arquidiócesis Primada de México y miembro de la Comisión Teológica Internacional (CTI). Es director del Observatorio Nacional de la Conferencia del Episcopado Mexicano y fue rector de la Universidad Pontificia de México, cargo que ocupó durante tres trienios.