Unidos en la esperanza
La V Cumbre Iberoamericana de la Familia nos lanza a dejar atrás los miedos y reclamos para dar resonancia a la voz de la esperanza.
Consuelo Mendoza es conferencista y la presidenta de la Alianza Iberoamericana de la Familia. Es la primera mujer que ha presidido la Unión Nacional de Padres de Familia, a nivel estatal en Jalisco (2001 – 2008) y después a nivel nacional (2009 – 2017). Estudió la licenciatura en Derecho en la UNAM, licenciatura en Ciencias de la Educación en el Instituto de Enlaces Educativos, maestría de Ciencias de la Educación en la Universidad de Santiago de Compostela España y maestría en Neurocognición y Aprendizaje en el Instituto de Enlaces Educativos.
El pequeño intruso llegó truncando muchos planes, proyectos, sueños e ilusiones. Además, se quedará más tiempo de lo que esperábamos, sembrando dolor, incertidumbre y temores.
Después de quedar un poco paralizados y estupefactos al sentir en pleno siglo XXI el poder de un diminuto virus, que igual tomó las vidas de pobres y ricos, asiáticos, europeos o americanos, hemos tenido que seguir adelante, intentando adaptarnos a un escenario diferente y abriendo los caminos que hemos de seguir porque ya no podrán ser los mismos.
En la Alianza Iberoamericana de la Familia, después de hacer la planeación de la V Cumbre Iberoamericana de la Familia, la nueva realidad nos hizo como a muchos otros, detenernos, dudar, y por fin entender que hoy más que nunca es necesario dejar atrás los miedos y los reclamos para dar resonancia a la voz de la esperanza, porque finalmente los cristianos sabemos que el Señor de la Historia sabe lo que necesitamos y hace lo que nos conviene.
Hoy, en medio del desconcierto, quedan evidenciadas las fortalezas que habíamos dejado del lado: el valor de la familia y el valor de la educación, dos columnas para construir un mundo mejor.
Partiendo de la situación de la pandemia que desnudó muchas de las carencias que ya existían, la V Cumbre no fue un evento más, es una propuesta, partiendo del método de la doctrina social de la Iglesia: ver, juzgar y actuar: conocer nuestras realidades y problemáticas pasando por lo económico y lo sociocultural; analizar los graves problemas a los que nos enfrentamos como son la violencia en todas sus manifestaciones, la desigualdad social y la cultura del descarte; para plantear soluciones e invitarnos a todos a la acción esperanzadora, como nos lo pide el Papa Francisco en Fratelli Tutti y como nos dan ejemplo tantas instituciones iberoamericanas.
Repensar la pandemia desde la esperanza: la educación centrada en la familia, no termina con los tres días programados para escuchar a especialistas tan destacados a nivel internacional como Martín López Calva, Agustín Dosil Maceira, Oscar Pérez Sayago o Lola Velarde, María Luisa Aspe, por nombrar a algunos, realmente comienza con el final del evento, haciendo un llamado a la unidad y a la acción para la construcción de la civilización del amor, lanzando una serie de preguntas y desafíos que nos sirvan como referente para saber dónde estamos y qué requerimos para hacer frente con efectividad a los tiempos de pandemia.
1) ¿Qué elementos del diagnóstico sobre la vida familiar en contexto de la pandemia aplican a mi familia?
2) ¿Qué estrategias y acciones de las aquí planteadas estoy dispuesto poner en práctica en mi familia?
3) ¿Qué ideas, estrategias y acciones concretas de las aquí planteadas puedo impulsar grupal e institucionalmente para una mejor educación en tiempos de pandemia?
4) ¿Qué elementos de política pública educativa y de salud debemos plantear y promover en estos momentos excepcionales de pandemia?
5) ¿Qué alianzas prioritarias a nivel regional latinoamericano habremos de impulsar para transitar de la mejor manera posible la pandemia y sus efectos?
6) ¿Qué actitudes, estrategias y acciones concretas debemos echar a andar que den prueba inequívoca de nuestra esperanza cristiana en los distintos ámbitos de nuestro actuar?
“Invito a la esperanza, que ‘nos habla de una realidad que está enraizada en lo profundo del ser humano, independientemente de las circunstancias concretas y los condicionamientos históricos en que vive. Nos habla de una sed, de una aspiración, de un anhelo de plenitud, de vida lograda, de un querer tocar lo grande, lo que llena el corazón y eleva el espíritu hacia cosas grandes, como la verdad, la bondad y la belleza, la justicia y el amor. […] La esperanza es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal, de las pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna’. Caminemos en esperanza”. Fratelli Tutti
En IBEROFAM hemos decidido dejar dos semanas más, para todas las personas interesadas, las conferencias de la V Cumbre Iberoamericana de la Familia. Puedes pedir información en [email protected]
Consuelo Mendoza García es ex presidenta de la Unión Nacional de Padres de Familia y presidenta de Alianza Iberoamericana de la Familia.
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