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Programa Nacional de Derechos Humanos 2020-2024 ¿Es para todos?

¿No será que el Programa Nacional de Derechos Humanos 2020-2024, de la Segob, responde más bien a una lluvia de ideas y de ideologías de moda?

6 enero, 2021
Programa Nacional de Derechos Humanos 2020-2024 ¿Es para todos?
Jesús Valdez de los Santos

El Gobierno de México publicó el pasado 10 de diciembre el Programa Nacional de Derechos Humanos 2020-2024, sin duda un gran logro en medio de la crisis de respeto a los derechos humanos que se vive en la sociedad actual.

Primero que nada, hay que reconocer que el Programa está bastante desdoblado, buscando cubrir cualquier aspecto en la mente de los mexicanos, haciendo hincapié en temas como la desaparición forzada, la trata y los asesinatos que agobian a este país; y se han desarrollado en el mismo Programa un sistema de medición de indicadores para conocer si se va avanzando conforme a las metas planteadas rumbo al 2024.

Pero analizando cada uno de los indicadores, objetivos y estrategias, llega a ser tan específico que puede llegar a perderse el lector del objetivo principal. Tal vez eso es lo que les pasó en algún momento a los redactores del Programa, a continuación podremos mencionar algunos ejemplos sobre este señalamiento.

En el marco teórico de los derechos humanos, existen actualmente 4 generaciones de derechos humanos acordadas en el sistema internacional de protección y promoción; estas generaciones van desde la primera que tiene que ver con los derechos más básicos (los civiles y políticos) hasta la cuarta que tienen que ver con derechos que se van aceptando en función de los avances tecnológicos de la humanidad, por ejemplo, el derecho a la identidad digital o aspectos relacionados con la bioética.

Cabe mencionar que este marco teórico comenzó a acordarse con mucho mayor claridad y velocidad al término de la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de que no se vuelva a repetir en la historia mundial violaciones a los derechos humanos como las que se vieron durante los siglos pasados.

También es muy importante reconocer, que la Iglesia Católica, siempre ha pugnado por el respeto pleno de los derechos de todos los seres humanos, proclamando la igualdad de dignidad de todo ser humano desde hace dos mil años, mucho antes de que el derecho positivo plasmara el reconocimiento de esa igualdad en dignidad a   través de las leyes.

Regresando al análisis del Programa Nacional de Derechos Humanos, nos podemos encontrar entre las estrategias con por lo menos dos puntos que nos sorprenden en el numeral 1.7:

La Segob toma como tarea impulsar los debates legislativos para lograr la “interrupción legal del embarazo”; para hablar en castellano sencillo, el aborto legal. Aquí surge la primer duda, ¿Qué tipo de derechos humanos está impulsando la Segob cuando incentiva que la ley pueda descartar la vida de un ser humano en función de su utilidad?

Entonces, ¿Los derechos humanos que promueve la Segob, tienen como límite la decisión privada de una persona? ¿Cómo se puede incentivar entre los mexicanos que se respete al migrante, al desvalido, al pobre, al discapacitado, al vulnerable, si a la vez se promueve el descarte del aún no nacido por la razón de que no siente (cuestión discutible desde el campo científico), no habla, y el estado no le ha otorgado personalidad jurídica?

Otro punto delicado que también asume la Segob como tarea, es impulsar el uso legal de la Cannabis para fines recreativos. Esto nos hace preguntarnos, ¿Es tan importante en materia de derechos humanos permitir que el ser humano pueda consumir sustancias que le pueden dañar, de manera libre y por decisión personal?

Si la respuesta es que vivimos en un estado liberal que no prohibe a las personas cualquier acto, incluso cuando dañe su salud, entonces, ¿por qué sólo la cannabis?, ¿por qué no se permiten todas las sustancias?,¿por qué poner la cannabis recreativa como un tema de Derechos Humanos en un país en el que el consumo actual no pasa del 2% de la población?

Pareciera que en este punto se centraron más en la coyuntura y la moda de un debate actual que realmente en un tema de derechos humanos. Es tan absurdo como plasmar en un Programa Nacional de Derechos Humanos, el derecho a fumar o a tomar bebidas alcohólicas.

Por último, vale la pena preguntarnos si efectivamente se analizaron de manera real todos los derechos internacionalmente reconocidos como indispensables y su situación actual en México para no convertir este Programa Nacional en una lluvia de ideas y de ideologías de moda,  en lugar de un trabajo organizado y sistemático para la promoción de los Derechos Humanos reales.

*Jesus Valdez de los Santos es Coordinador de la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis Primada de México.

Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.

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