Migrantes: la inocencia vs. la angustia
Entre los migrantes hay muchos niños contagiados de la esperanza de sus padres por alcanzar una vida mejor; sueñan, desde su inocencia, en llegar a la meta.
Una de las primeras huéspedes de la Casa del Migrante de la Iglesia Católica (CMIC), en la Arquidiócesis Primada de México, es una niña guatemalteca de cuatro años.
Ella llegó a la casa del migrante junto con su mamá y sus dos hermanas. Cuando se sentaron a comer, exclamó: “¡Qué rico!”, y todas empezaron a tomar sus alimentos. Y cuando le mostramos el lugar donde dormirían, dijo: “¡Qué linda!”.
Y así, todos los días, la niña se maravilla con cosas muy sencillas. Su ternura e inocencia todavía no han sido afectadas por las tragedias de la migración forzada. Mientras la pequeña esté al lado de su querida madre, es feliz.
Pero la mamá vive angustiada por la incertidumbre y la espera de los trámites migratorios. Ella ya cumplió un año viviendo en México, ha viajado de ciudad en ciudad, de albergue en albergue. Mientras, su situación migratoria sigue sin avanzar.
Hace unos meses estaba en Ciudad Juárez esperando su audiencia, pero se tuvo que regresar a Guatemala por sus hijas, por lo que perdió la tan esperada cita.
Ahora, con la pandemia de COVID-19, todos los trámites se han retrasado, y la espera se hace más desesperante. Las noches y los días son eternos, y los costos económicos y emocionales son altos.
Es una madre soltera, marginada en su país de origen, vulnerable en el país de tránsito y, en caso de llegar al país de sus sueño, seguramente estará indefensa. Pero ella no renuncia a sus sueños de trabajar en Estados Unidos y que que sus hijas vivan seguras y tengan educación de calidad.
En cada lugar adonde ellas llegan, sus identidades van cambiando, modificando, ya sea para bien o para mal, debido a las diferentes costumbres que descubren. Su camino continuará hasta hallar el lugar al que puedan llamar hogar.
En el manual para el acompañamiento pastoral de los migrantes que hemos elaborado en la Comisión de Migrantes y Movilidad Humana de la Arquidiócesis Primada de México nos ayuda a reconocer los diferentes tipos de migraciones y las transformaciones culturales.
El Manual se puede pedir en el teléfono 5579132909 o [email protected]
*La hermana Arlina Barral es la responsable de la Pastoral de Migrantes de la Arquidiócesis de México.
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