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Las falsedades del indigenismo

Hoy nos toca hablar de las falsedades del indigenismo, fruto del relato oficial generado por las élites de las independencias de los pueblos de América.

18 marzo, 2021
Las falsedades del indigenismo
Leonardo García Camarena
POR:
Autor

Es presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia. 

Como ya nos hemos echado a cuestas el esfuerzo de conocer la realidad de nuestra historia tal cual fue, y no tal y como quieren algunos que la veamos, hoy nos toca hablar de las falsedades del indigenismo.

Fruto del relato oficial generado por las élites de las independencias de los pueblos de América, casi todas proanglosajonas y, por ende antiespañolas, los historiadores han detectado algunas falsedades del indigenismo:

1.     Se nos ha dicho que lo que había en América era un edén indígena de un solo pueblo, en el caso mexicano, los aztecas, una sola etnia convertida en paradigma, y han borrado del mapa a todas las demás.

2.     Lo que los historiadores serios han encontrado que no era precisamente un edén indígena, sino unidades de pueblos que contendían entre sí, se conquistaban unos a otros y se esclavizaban unos a otros, como sucedía en cualquier parte del mundo.

3.     La toma de Tenochtitlán no la realizaron solo los españoles, como afirma la narrativa oficial. De hecho, solo eran 500 españoles, pero se les sumaron mas de 150,000 indios guerreros de distintas etnias: tlaxcaltecas, totonacas, purépechas, tarascos, etc.

4.     Los descendientes de esos pueblos que ayudaron a la toma de Tenochtitlan se han de sentir muy ofendidos porque la narrativa oficial de la conquista los considera traidores en su propio país después de la independencia.

5.     La narrativa oficial supone la negación de todo el contingente indígena de aquellos que se aliaron con los españoles, pactaron y convivieron con ellos. Esa narrativa liberal construyó una división artificial donde por un lado estaban los indígenas y por el otro los españoles.

6.     Había que negar 300 años de mestizaje activo porque o todo era indígena o todo era español. De hecho, el imperio español existió porque supo aliarse con los pueblos indígenas en América, si no, no hubiera podido existir jamás.

7.     Empecemos a reconocer que, como afirman algunos historiadores: la conquista la hicieron los indios y la independencia la hicieron los españoles. Es una cuestión numérica simple: los españoles eran poquísimos.

8.  Para 1,600 ya había grandes ciudades, hospitales, universidades, etc. En dos o tres de ellas perfectamente cabrían los pocos españoles que habían llegado de España. Se afirma, que máximo llegarían en 300 años, unos 200,000 españoles.

9.  Se produjo un gigantesco proceso de mestizaje, lo que permitió la consolidación del imperio, tal y como sucedió con el imperio romano y con otros imperios del mundo. Porque sin mestizaje no puede sobrevivir un imperio.

10.  ¿Por qué razón se le hace un juicio moral a la conquista de los españoles y no se le aplica el mismo rasero a la conquista de los Aztecas que conquistaron prácticamente todo Mesoamérica 200 años antes?

11.  Si la conquista es una condición de todo ser humano, porque siempre está conquistando, ¿por qué se enjuicia condenatoriamente solo a la conquista española y no se hace lo mismo con la conquista inglesa, francesa, anglosajona, etc?.

12.  La historia nos ha enseñado que ninguna conquista entre los pueblos se hace repartiendo flores. La conquista es conquista. La idea de que antes de la conquista en América no había conquista, es falsa.

13.  Roma llegó y conquistó, pero 50 años después había una situación completamente diferente a la previa. En nuestro caso, son 300 años de historia virreinal, donde se crea una estructura virreinal para América. Algo mucho mejor que solo conquista.

14.  Antonio de Mendoza, primer virrey de la Nueva España, tenía un Gobernador en Tenochtitlan que se llamaba Pedro Teochuatlin y era un azteca. Esa es la historia paralela que no nos quieren contar, que está prohibido contar.

15.  Pareciera que el resto de la historia quisiera negarse, menospreciarse o evitarse, porque la evidencia no ayuda a una narrativa cuyo objetivo es oponer el indigenismo al hispanismo a como de lugar.

16.  No importa si para ello es necesario inventar relatos absurdos y torcidos para convertir la realidad en una trampa: la invención de enemigos que ya no existen, molinos de viento para justificar decisiones del presente totalmente absurdas.

17.  Relatos absurdos que solo generan comportamientos bipolares, porque si solo nos heredaron desastres (lo que es falso), entonces solo seremos capaces de reproducir desastres.

18.  Para entender nuestro presente, tenemos que atender a esos 300 años de unidad política, educativa, económica y territorial del imperio español. Empecemos por reconocer que nunca fuimos una colonia, por la sencilla razón de que el colonialismo aparece en el siglo XIX.

Pero ese será otro paréntesis.

*Leonardo García Camarena es Presidente Nacional de la Unión Nacional de Padres de Familia

Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.

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Autor

Es presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia.