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El gozo de festejar a nuestros niños

Este 30 de abril nuestros niños: hijos, nietos, alumnos, etc. podrán vivir con alegría el Día del Niño, pero también podremos enseñarles todos los días, a ser agradecidos con Dios.

25 abril, 2023
El gozo de festejar a nuestros niños
Consuelo Mendoza
POR:
Autor

Consuelo Mendoza es conferencista y la presidenta de la Alianza Iberoamericana de la Familia. Es la primera mujer que ha presidido la Unión Nacional de Padres de Familia, a nivel estatal en Jalisco (2001 – 2008) y después a nivel nacional (2009 – 2017). Estudió la licenciatura en Derecho en la UNAM, licenciatura en Ciencias de la Educación en el Instituto de Enlaces Educativos, maestría de Ciencias de la Educación en la Universidad de Santiago de Compostela España y maestría en Neurocognición y Aprendizaje en el Instituto de Enlaces Educativos. 

Dentro de pocos días celebraremos el Día del Niño, un festejo arraigado ya en las costumbres de las familias y las escuelas, para hacer del 30 de abril un día especial para los pequeños.

Ya durante esta semana, muchos niños han comenzado la fiesta en sus colegios, en donde las maestras, seguramente con gran imaginación, planean la sorpresa de cada día y es que el Día del Niño, nos da la oportunidad de manifestarles lo importantes que son para sus papás y para sus maestros, para la familia y la sociedad, y queremos para ellos, que sean felices, que disfruten esta hermosa etapa de su vida, y se sientan siempre amados y protegidos por los adultos que los rodean.

¡Que afortunados son estos niños que viven, como deberían vivir todos los chicos!, rodeados del amor y los cuidados que les permitirán forjarse un futuro prometedor y convertirse en mujeres y hombres de bien, libres, seguros de sí mismos, y con una gama de oportunidades para seguir desarrollándose humana y profesionalmente.

Si bien la Declaración de los Derechos del Niño establece que “El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad”, la realidad que viven una gran cantidad de nuestros niños es muy diferente.

Me refiero a los millones ya de niños a los que se les ha negado el primer derecho: el derecho a la vida; y es el propio Estado el que induce y proporciona los medios necesarios para que las madres accedan al aborto.

Me refiero también a los niños migrantes, que viven en la incertidumbre, rodeados de peligros y carencias, y con el temor constante de perder a sus padres; a los niños y niñas de la calle que consumen inhalantes, y prefieren convivir con las ratas en las alcantarillas que regresar a sus hogares (si es que los tuvieron), a recibir golpes y maltratos. Están las niñas y niños campesinos y de las periferias, que no tienen acceso a la escuela y son explotados por los adultos. Los niños víctimas de los narcotraficantes, donde primero asesinan su niñez y su inocencia, para convertirlos en miembros de las bandas que matan y torturan sin compasión. Me refiero al cada vez mayor número de niñas y niños desaparecidos, y también a los que son víctimas de la pornografía y el comercio sexual…

El Papa Francisco menciona que una de las pautas para que los niños crezcan bien es custodiar su alegría, porque “la alegría es como una tierra buena que hace crecer bien la vida, con buenos frutos, y por ese motivo debemos hacer de todo para que ellos sigan siendo alegres” (Vatican News).

Este 30 de abril nuestros niños: hijos, nietos, alumnos, etc. podrán vivir con alegría el Día del Niño, pero también podremos enseñarles todos los días, a ser agradecidos con Dios y a vivir la alegría de “dar” a los menos afortunados: una oración, un juguete, una sonrisa y la consciencia de construir un futuro más justo para todos los niños.

 

 

 

 


Autor

Consuelo Mendoza es conferencista y la presidenta de la Alianza Iberoamericana de la Familia. Es la primera mujer que ha presidido la Unión Nacional de Padres de Familia, a nivel estatal en Jalisco (2001 – 2008) y después a nivel nacional (2009 – 2017). Estudió la licenciatura en Derecho en la UNAM, licenciatura en Ciencias de la Educación en el Instituto de Enlaces Educativos, maestría de Ciencias de la Educación en la Universidad de Santiago de Compostela España y maestría en Neurocognición y Aprendizaje en el Instituto de Enlaces Educativos.