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COLUMNA

Ángelus Dominical

Chisme, rumor y calumnia

CHISME, RUMOR Y CALUMNIA prácticamente comparten el mismo código genético, es decir, como hijos que son de la mentira, se confunden con las verdades a medias y terminan siendo mentiras dobles.

15 enero, 2023
Chisme, rumor y calumnia
P. Eduardo Lozano en Ángelus Dominical

RUMORES VAN Y VIENEN al por mayor, así es su natural modo y ahí radica su supuesta eficacia o -mejor dicho- su efectiva maldad: que si el Papa Francisco va a renunciar en breve tiempo, que si el Papa Benedicto dejó una herencia cuantiosa en euros y que andan viendo cómo se la reparten los que saben, que si va a desaparecer fulanito, que si ya le sacaron sus trapitos a sol, que si me dijeron lo que ya había sospechado y entonces tenía razón, que si hay gato encerrado, que si ya salió, que si lo volvieron a meter, ¡uf!…

CHISME, RUMOR Y CALUMNIA prácticamente comparten el mismo código genético, es decir, como hijos que son de la mentira, se confunden con las verdades a medias y terminan siendo mentiras dobles, que por ser dobles y por ser mentiras, parecen verdades más que completas y netas, ¡y no lo son!…

SAN FELIPE NERI comparaba los chismes con una gallina desplumada a los cuatro vientos: ¡imposible volver a juntar toda las plumas para dejarlas en su origen!; de ahí que el cuidado que merecen nuestros labios debe ser atento y extremo, pues lo que dijo uno ya lo exageró otro, aquel le añadió, y el siguiente se imaginó y opinó lo que no se dijo originalmente…

EL LEMA DEL ESCUDO PAPAL de Benedicto XVI decía con sencillez: “colaboradores de la verdad”; ¡ahí estaba resumido todo un programa de pensamiento y acción que le impulsó desde que era profesor de teología, luego como asesor teológico durante el concilio, después como arzobispo y cardenal, para seguir siendo -ya elegido como sumo pontífice- “colaborador de la verdad”, servidor y operario en la viña del Señor…

MIENTRAS QUE A LA VERDAD le gusta vestir con modestia y sencillez, a la mentira le complacen los ropajes exóticos, apantallantes, con orlas y lentejuelas, rebuscamientos y aditamentos de por si absurdos; mientras que a la verdad le gusta caminar en plano y derechito, a la mentira le complacen las glorietas y vericuetos, los escondrijos y carriles paralelos; mientras que a la verdad le bastan pocas palabras, las mentiras no dejan atrás la verborrea, como bien te puedes dar cuenta…

HAZ CUENTA Y CONSTATA los anuncios espectaculares con los que te topas en tu camino cotidiano: enormes, atractivos, llenos de colorido e imágenes de ensueño, pero casi siempre con verdades comerciales a medias; muy pocos anuncios se fían de la mera palabra o de pocas y bien dichas, y acaso son los que valen la pena…

NO SOY QUIEN que sepa de mercadotecnia, y ni este lugar es para elogios públicos, pero valga aquí mi admiración por las campañas publicitarias -ahora sólo recuerdo dos- que hacen gala de ingenio, buen humor, economía verbal y destreza visual, y no digo cuáles para no hacerme merecedor de una rechifla: ¡no merecen quedarse en la categoría de “anuncios espectaculares” sino de “espectáculos anunciantes”!…

ME ASOMO POR ENCIMA al Nuevo Testamento y rápido aparecen los chismes y rumores que asolaron a las primeras comunidades nacidas de la predicación apostólica: unos decían que realmente Jesús no había resucitado, otros decían que era un espíritu puro que solo tomó la apariencia humana, aquellos decían que siendo el Hijo de Dios no podía haber sufrido en la cruz y entonces lo que ahí se vio fue pura apariencia, ¡uf! y ¡recontra-uf!…

Y TAN MALOS SON los dimes y diretes nacidos de una fantasía enfermiza como lo son las suposiciones superficiales, gratuitas y hasta basadas en una infantilización de la fe (¡¿qué, que qué?!); en la brevedad de estas líneas, con ese término quiero referirme a que luego nos da por no utilizar la razón y afirmar sin más: es que Dios es Dios y Él puede hacer agua que no moje o fuego que no queme…

A RIESGO DE RALLAR en la superficialidad que ya critico, te haré una recomendación que puede ser práctica para distinguir y rechazar un rumor o chisme cualquiera, y para seguir en búsqueda de la verdad que necesitamos: cuando oigas que la Virgen se apareció en un comal o que San Tertunflo se le aparece en sueños a tu comadre, sencillamente pregúntate con modestia y sensatez: ¿eso sirve a tu salvación y te abre al servicio de los demás?…

HAY UN PASAJE en el evangelio de San Lucas (capítulo 13) donde Jesús desarma suposiciones tremendistas y fantasías desbocadas, pues algunos llegaron con noticias catastróficas y conclusiones absurdas; Jesús rechaza el modo facilón de condenar a los sufren alguna desgracia, y se concreta a invitar a la conversión del corazón, a cambiar de modo gris/nefasto a modo luminoso/libre de actuar y de pensar: “Si ustedes no se convierten, perecerán del mismo modo”…

YO NO SÉ SI YA VISTE la película de Pinocho de Guillermo del Toro, o si ya leíste el Tartufo de Molière, pero más allá de tu respuesta, conviene que veas y leas algo que te ayude a pensar y a que aprendas a dejar de lado chismes, rumores, calumnias, estafas, mentirillas y mentirotas, supuestas verdades que así parecen y no van más allá de crasos engaños mañaneros (llenos de maña, pues)…

*Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.