Barata de verano: Este 1 de agosto, ¿qué se vota?, ¿a quién se juzga?
Lo que sí quedará en el ánimo de los mexicanos es que la consulta popular 2021 es intrascendente, una charlotada.
En el verano los productos de playa se ponen más baratos en las tiendas departamentales. Los comercios suelen sortear el tiempo de vacaciones con remates del dos por uno. Es una práctica común.
Pero lo que no podríamos haber imaginado es la barata de verano con la que se ha arrinconado a nuestra democracia. Más aún, con una de las formas más delicadas de la llamada democracia directa: la consulta popular.
Este primero de agosto: ¿Qué se vota? ¿A quién se juzga? Los carteles dicen que a cinco ex presidentes. La pregunta, redactada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, habla de actores políticos del pasado (¿Desde cuándo? ¿Desde Guadalupe Victoria, Porfirio Díaz, Manuel Ávila Camacho…?)
La confusión es total. Lejos de poner en marcha un mecanismo democrático, de control popular, estamos frente al acarreo. Y a un dispendio de recursos digno de mejores causas.
Lo han dicho los analistas: la aplicación de la ley no se pone a consulta. Es cierto. Como tampoco se puede responder sí o no a una pregunta abierta, endeble, “cantinflesca” como la calificó un medio de comunicación inglés.
Los resultados serán lo que fueren. No va a pasar mucho. O, más bien, no va a pasar nada. Lo que sí quedará en el ánimo de los mexicanos es que la consulta popular es intrascendente, una charlotada. Y que algo que pudo servir para el control ciudadano del poder no es más que un refuerzo del poder mismo.
Jaime Septién es periodista y director del periódico católico ‘El Observador de la actualidad’.
Los artículos de opinión son responsabilidad de la autora y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.