La Rectoría de San Juan de Dios: Una iglesia con doble festejo
La Rectoría de San Juan de Dios se distingue por tener dos fiestas, la de su patrono y la de san Antonio de Padua.
La Rectoría de San Juan de Dios, ubicada en la emblemática plaza de la Santa Veracruz, muy cerca de la Alameda Central es el único templo de la Ciudad de México dedicado a este santo.
Además, tiene una riqueza singular: no sólo es hogar de este santo, considerado protector de los enfermos, también lo es de san Antonio de Padua, patrono de los enamorados. Ambos son muy venerados por la comunidad de la colonia Guerrero, explica el padre Lucas León Rivera, rector de este templo.
El 8 de marzo es la fiesta patronal de san Juan de Dios; sin embargo, ese día pasa desapercibido para la mayoría de los feligreses, detalla el sacerdote Lucas León.
“No podemos dejar de celebrar a este santo que dedicó gran parte de su vida a recoger, literalmente, a los enfermos. Muchos de ellos eran arrojados a la calle por sus familiares, y él los cuidaba y hospedaba en su casa. Su vocación nació cuando oyó predicar a San Juan de Ávila, le causó tal conmoción que para conocer en carne propia los tratos que se le daban a los pacientes hospitalizados en manicomios, se hizo pasar por enfermo mental”, narra el padre.
Cuando salió del hospital, Juan asumió el compromiso de atender a los enfermos, los pobres y a los necesitados. Murió debido a una pulmonía, el 8 de marzo de 1550. El “de Dios”, lo obtuvo posterior a su muerte, y fue canonizado en 1690.
Explica que una de las formas en que esta iglesia celebra a su santo patrono es con una Misa para los enfermos el 8 de marzo, a las 12:00 horas, en la que posteriormente se hace una oración para ellos y luego se les unge.
Además, en esta iglesia cada primer domingo de mes se celebran Misas para los enfermos, también al mediodía, como una forma más de honrar al santo patrono durante todo el año.
“Actualmente hay muchas enfermedades que aquejan a la gente, y tenemos que apelar a la oración. El medio ordinario para la salud es la medicina, pero la fe es la que mueve montañas, es la que nos da la salud y la salvación. A eso se refería Jesús se refería cuando los enfermos le pedían que los curara, él les respondía: ‘tu fe te ha curado’”.
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La fiesta “taquillera”
El padre Lucas León explica que sin duda es san Antonio de Padua el santo que atrae a más gente a su fiesta, que es el 13 de junio.
“Se organiza una kermés, vienen muchos feligreses y no sólo de la comunidad, sino de otras partes de la ciudad”, dice.
Detalla que la mayoría de los visitantes van a colgar sus listones rojos con sus peticiones porque quieren encontrar pareja o tener armonía en la familia. Explica que otros acuden al templo para pedirle por las cosas extraviadas.
“Aunque aquí se venera a San Antonio de Padua, las parejas son poco agradecidas, pues sólo uno o dos casamientos celebro al año; hay otras iglesias de esta misma zona en las que las bodas se celebran todo el año; nosotros somos un templo pobre en ese tipo de celebraciones”, asegura el rector de San Juan de Dios.
Los turistas son parte importante de sus visitantes, debido a que el templo se encuentra en un corredor turístico conformado por el Palacio de Bellas Artes, Museo Franz Mayer, Museo Nacional de la Estampa, así como la Parroquia de la Santa Veracruz.
“De hecho, el sacristán, Juan Orozco Castellanos, ha estudiado la historia del templo, con la finalidad de ofrecerle a los turistas más información”.