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La leyenda de Santa Rosa de Viterbo, el templo barroco donde dicen que aún llora una monja

Con más de 270 años, el Templo de Santa Rosa de Viterbo es una obra imponente del barroco mexicano, con un gran acervo de arte sacro y una leyenda sorprendente. ¡Conócelo!

POR  Jorge Reyes
19 junio, 2025
La leyenda de Santa Rosa de Viterbo, el templo barroco donde dicen que aún llora una monja
El púlpito es una pieza única, adornado con incrustaciones de marfil, concha nácar, carey y plata. Foto: Especial

Ubicado en el corazón de Santiago de Querétaro, el Templo de Santa Rosa de Viterbo es una de las expresiones más refinadas del barroco virreinal mexicano que fue construido entre finales del siglo XVII y mediados del XVIII, que destaca no solo por su arquitectura y arte sacro, sino también por las leyendas que lo rodean.

La construcción del templo fue obra del arquitecto Ignacio Mariano de las Casas y comenzó en 1728, un año después de que el Papa Clemente XII ratificara la aprobación del virrey Duque de Linares, Fernando de Alencastre Noroña y Silva, y el Arzobispo de México, Francisco Javier de Lizana y Beaumont, para constituir el Real Colegio Beaterio de Santa Rosa de Viterbo, bajo la Tercera Orden Franciscana. Se terminó de construir en 1752.

Santa Rosa de Viterbo un templo con estilo Barroco y hermosos retablos

El Templo de Santa Rosa de Viterbo, que en un inicio estuvo dedicado a la formación de niñas beatas, es una joya del barroco queretano y en su fachada y torre se pueden encontrar influencias mudéjares y manieristas, con arbotantes decorativos y mascarones burlescos, además de que su cúpula destaca por su linternilla y policromía.

En el interior, se conservan seis retablos barrocos labrados en madera y cubiertos con hoja de oro genuino, y de modalidad anástila, es decir sin columnas, aspecto que realza de manera especial sus detalles decorativos; dichas obras están dedicadas a la Virgen de Guadalupe y diferentes santos, todos cubiertos de sinuosas formas vegetales, coronas, cortinajes y multitud de ángeles en distintas posiciones.

En tanto que el púlpito es una pieza única, adornado con incrustaciones de marfil, concha nácar, carey y plata. De la misma manera, en el interior del Templo se pueden apreciar una serie de pinturas notables como el retrato de Sor Ana María de San Francisco y Neve, atribuido tanto a José Páez como a Miguel Cabrera

¿Cómo es el Templo Barroco?

La construcción de este templo está constituida de una sola nave, reforzada por la parte exterior con un par de botareles invertidos de gran tamaño, ubicados sobre los muros de la parte que correspondería al brazo norte y los arcos enroscados que se apoyan al lado derecho de la entrada principal se colocaron para salvaguardar un posible desplome de la cúpula y apertura de los muros laterales del templo.

La torre, con un campanario de dos cuerpos, se ubica en la parte oriente del edificio, levantándose desde el rincón noreste del coro alto, en tanto que el primer cuerpo ostenta el primer reloj de tres carátulas que se construyó en América

En la cúpula se destaca su linternilla, la policromía del tambor octogonal y las columnillas y otros relieves de cantera que resguardan los bellos ventanales.

¿Qué podemos ver en el interior del Templo de Santa Rosa de Viterbo?

Al entrar al templo podemos ver los seis retablos labrados en madera y totalmente cubiertos con una capa de oro genuino; mientras que el púlpito muestra una rica ornamentación con incrustaciones de maderas preciosas, marfil, plata y carey. 

El coro bajo, donde se encuentran el retablo ecléctico, el órgano del siglo XVIII y la capilla de Santísimo, está dividido de la nave por un panel con quince medallones y una escultura de Jesucristo en la cruz, en tanto que al coro alto, a su vez, lo divide un abanico dorado con la imagen de Jesús adolescente.

También podemos encontrar la imagen de Santa Rosa de Viterbo, patrona de Querétaro, que fue llevada a Querétaro en el año de 1737 por el obispo de la ciudad, José de Escandón.

Asimismo se pueden apreciar múltiples pinturas de arte sacro, entre las que destacan el retrato del capitán Velázquez de Lorea de Miguel Cabrera y el retrato de Sor Ana María de San Francisco y Neve, atribuida al maestro José Páez, y considerado uno de los cuadros más bellos hechos a una monja.

Cabe destacar que una de las partes fundamentales del Templo de Santa Rosa de Viterbo, el altar mayor, de estilo barroco, lo destruyeron en 1849, por lo que en su lugar se colocó uno de estilo neoclásico, mismo que se conserva actualmente.  

¿Cómo puedo llegar al Templo de Santa Rosa de Viterbo?

El Templo de Santa Rosa de Viterbo está ubicado en la calle José María Arteaga número 89, esquina con Ezequiel Montes, en el Centro Histórico de Querétaro, frente a la Plazuela Mariano de las Casas a sólo una cuadra de Avenida Zaragoza y se puede acceder fácilmente al sitio desde la Plaza de Armas, caminando hacia el este por la Avenida Arteaga.

El horario para visitar el templo es todos los días de las 09:00 hasta las 18:00 horas y cualquier cambio en los horarios queda sujeto a la sacristía. El precio de acceso varía de acuerdo a la actividad en el recinto.

El fantasma de la monja que recorre el Templo

Como ocurre con muchas iglesias, el de Santa Rosa de Viterbo también tiene una leyenda muy conocida en Querétaro, según la cual se asegura que, sobre todo por las noches, se ha visto el fantasma de una monja recorrer los pasillos del templo, provocando un gran susto a quienes, dicen, se lo han encontrado en su camino.

De acuerdo con los relatos que se han difundido, el fantasma sería de Sor Ana María de San Francisco y Neve, quien pertenecía a una familia adinerada muy conservadora y cuyos padres decidieron mandarla al convento para alejarla de un pretendiente que no consideraban adecuado para ella.

Sor Neve, como es conocida, al verse forzada a separarse de su amado, se sumió en la tristeza y depresión, por lo que tomó la decisión de quitarse la vida dentro del Templo, y esa es la razón por la que su espíritu aún vaga por los pasillos del ex convento e incluso por el Colegio de Arte que está al lado.

El misterio sobre esta leyenda se incrementa aún más porque quienes aseguran haber visto el fantasma señalan que la persona a la que se encuentran aparece en uno de los cuadros que decoran el recinto y en el que se observa a una novicia con hábito blanco y con expresión serena, pero con una mirada bastante profunda, y que realmente es el retrato de Sor Ana María de San Francisco y Neve, cuya obra se atribuye tanto a José de Páez como a Miguel Cabrera.

Ella es Sor Ana María de San Francisco y Neve, cuyo fantasma muchos dicen haber visto recorrer el Templo de Santa Rosa de Viterbo. Foto Especial.



Autor

Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM, con una trayectoria de más de 30 años como periodista en medios como Reforma, El Centro y Notimex, así como funcionario de comunicación social en dependencias de gobierno y legislativas. Actualmente trabaja como periodista especializado en temas de religión.