¿Qué es el ecumenismo?

El ecumenismo

El evangelio de San Juan menciona en (17,21), una oración de Jesús a Dios Padre: “Pido que todos ellos estén completamente unidos, que sean una sola cosa en unión con nosotros, oh Padre, así como Tú estás en Mí y yo estos en ti, Que estén completamente unidos, para que el mundo crea que tú me enviaste. Les he dado la misma gloria que tú me diste, para que sean una sola cosa, así como tú y yo somos una sola cosa. Yo en ellos y tú en mí, para que lleguen a ser perfectamente uno, y que así el mundo pueda darse cuenta de que tú me enviaste y que los amas tanto como me amas a mí.”

Sin embargo, al momento en el que los apóstoles y los seguidores de Jesús se dispersaron por el mundo para predicar la buena nueva, por situaciones culturales de los pueblos a los que fueron, y situaciones lingüísticas y de usos y costumbres, hubo diferencias de interpretación de los evangelios, y sobre todo en la naciente liturgia. Los concilios como el de Nicea y Constantinopla, al que asistían los obispos de varias latitudes, ayudaron a unificar criterios y a que se pusieran de acuerdo los seguidores de Jesús.

Un ejemplo de la dispersión del evangelio por el mundo de Lucas (10), quien explica que además de los 12 apóstoles: “el Señor escogió también a otros setenta y dos, y los mandó de dos en dos delante de él, a todos los pueblos y lugares a donde tenía que ir”, pero más allá de Jerusalén, Cristo ordenaba: “Id por el mundo y predicad el Evangelio a toda creatura (Marcos 16; 15) antes del fin, el mensaje de salvación tiene que anunciarse a todas las naciones (Marcos 13; 10).”

¿Qué significa ecumenismo?

El ecumenismo es una actividad que busca restaurar la unidad de los cristianos, y visto como un diálogo entre iglesias afines, “para que todos sean una sola cosa,” más allá de lo teológico, cuenta con incontables razones para favorecerlo en el plano internacional.

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Los requisitos del ecumenismo, en todos los casos, son el diálogo, la tolerancia y el deseo de comprensión mutua para alcanzar fines nobles como son el trabajo a favor de intereses comunes y para reducir las diferencias existentes hacia la reconciliación y en la búsqueda de la verdad. El conocimiento recíproco de las distintas Iglesias, sus doctrinas e historia, su vida espiritual, cultural y psicológica son herramientas necesarias para el ecumenismo.

Las separaciones entre las iglesias históricas, como la latina y la ortodoxa, generaron cismas. El ecumenismo procura revertir estos alejamientos. Ecumenismo es un concepto religioso que presupone la existencia de diferencias entre los grupos eclesiales y estas se comenzaron a manifestar desde el inicio del cristianismo. El diálogo es esencial. Recordemos, por ejemplo, la discusión de los apóstoles sobre la circuncisión entre los no judíos, o si el cristianismo debería ser algo universal, temas que fueron resueltos de una manera más o menos democrática en el Concilio de Jerusalén, bajo la tutela de Pedro, según narran los Hechos de los Apóstoles.

Cuando se escribió el Apocalipsis, Cristo enviaba mensajes a “las siete iglesias de la provincia de Asia: Éfeso, Esmirna, Pergamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea”, cada una con su personalidad, problemas y éxitos, sin embargo, San Pablo bien decía en su Primera Carta a los Corintios (1; 10-13): “Hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo les ruego que se pongan de acuerdo y no estén divididos. Vivan en armonía, pensando y sintiendo de la misma manera… algunos de ustedes afirman: yo soy de Pablo; otros: Yo soy de Apolos; otros: Yo soy de Pedro; y otros: Yo soy de Cristo. ¿Acaso Cristo está dividido?”

¿Qué religiones entran en el ecumenismo?

El cristianismo abarca más de 20 iglesias que siguen a Jesucristo, siendo algunas de ellas, en occidente, el anglicanismo y el luteranismo, pero el oriente, el enramado de las iglesias ortodoxas es el mejor ejemplo, con sus 9 patriarcados: Constantinopla, Alejandría, Antioquia, Jerusalén, Moscú, Bulgaria, Servia, Rumania y Georgia, y sus iglesias autocéfalas: Chipre, Grecia, Polonia y Albani, además de las de Chequia, Esolovenia y Finlandia, además de otros grupos como los coptos y los melquitas.

¿Qué documentos de la Iglesia sobre ecumenismo?

Los 21 concilios ecuménicos que ha tenido la Iglesia, sin contar el de los Apóstoles en Jerusalén, están el de Nicea, en el año 325, convocado por el emperador Constantino y el Papa San Silvestre, que condenó la herejía de Arrio que negaba la divinidad de Jesucristo y su consustancialidad con el Padre.

El Concilio I de Constantinopla del año 381, se ocupó de las herejías de los mecedonianos, eunomianos o anomeos, y el de Éfeso, en el año 431, convocado por el Papa San Celestino I y presidido por el Patriarca Cirilo de Alejandría, condenó la herejía cristológica y mariológica de Nestorio y proclamó la maternidad divina de María. En Éfeso se precisó las dos naturalezas de Cristo, la humana y la divina, y que por lo tanto María es verdaderamente “Madre de Dios”. El de Calcedonia, en el 451, abordó las herejías de quienes negaban a Jesucristo su naturaleza divina y humana.

El II Concilio de Constantinopla del año 553, confirmó la doctrina de los concilios anteriores sobre la Trinidad, la divinidad de Jesucristo y maternidad divina de María, y el Tercero de Constantinopla, condenó la herejía de quienes admitían en Cristo una sola voluntad.

El II de Nicea (año 787), sobre los iconoclastas, definió la legitimidad de la veneración a las imágenes sagradas; el IV de Constantinopla, en el año 869, condenó al patriarca Focio, autor del cisma oriental.

El Primero de Letrán (1123), celebrado durante la lucha de las investiduras, se ocupó de la simonía, el celibato y el incesto; el Concilio II de Letrán (1139), afrontó el tema de los falsos pontífices, la simonía, la usura, las falsas penitencias y los falsos sacramentos; el III de Letrán (1179), abordó nuevamente la simonía, y el IV de Letrán (1215), reprobó las herejías de los Albingenses, del Abad Joaquín de Fiori y los Valdenses.

El Concilio I de Lyon (año 1245), tocó problemas morales y disciplinares de la Iglesia, y el II de Lyon (año 1274) trató de unificar a la Iglesia griega, separada de Roma desde el cisma oriental.

El Concilio de Viena (1311-1312), abolió la orden de los Templarios. El de Constanza de 1417 condenó los errores de Wicleff y Juan Hus, y se ocupó de los asuntos provocados por el cisma de Occidente.

El Concilio de Florencia (1431) logró la unión de los armenios y jacobitas con la Iglesia de Roma; el V de Letrán (1512) abordó la reforma de la Iglesia, y el de Trento (1545-1563), la escisión de la Iglesia por la reforma protestante.

El Concilio Vaticano I abordó los temas fundamentales de la fe y la constitución de la Iglesia, y el Vaticano II (1962-1965), convocado por Juan XXIII y continuado por Paulo VI, adaptó a la Iglesia a nuestro tiempo.

Como fruto del Concilio Vaticano II se fortalecieron los Sínodos Ordinarios y extraordinarios, que son consultas a las que convoca el Papa sobre diversos temas, y que permiten al Santo Padre gobernar la Iglesia tomando en cuenta las opiniones de cardenales, obispos y expertos de todo el mundo, y a los que en ocasiones también son invitados personas de otros credos.

Cinco acciones para promover el ecumenismo

La primera característica del ecumenismo es la tolerancia, y el saber que aunque existen diferencias entre las iglesias, hay más cosas en común.

El diálogo respetuoso es la acción primera para promover el ecumenismo. La cultura y el conocimiento de la historia de las distintas iglesias.

El deseo de que algún día se puedan superar las diferencias entre ellas para ser todas una.

Diferencia entre ecumenismo y diálogo interreligioso

La principal diferencia entre ecumenismo y diálogo interreligioso es que el segundo se da entre iglesias que no tienen a Jesucristo como centro, como el el caso del budismo, el islam o el judaísmo.

¿Qué iglesias forman en México el Consejo Ecuménico de México, que es una Asociación Religiosa, A.R.?

Los fundadores de este Grupo son los representantes de las iglesias Eparquia Nuestra Señora de los Mártires del Líbano, Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa del Patriarcado de Antioquía en México, Iglesia Ortodoxa Griega, Iglesia Ortodoxa Católica en México exarcado de la Iglesia Ortodoxa en América, Iglesia Metodista en México, Iglesia Nacional Presbiteriana de México, y el sínodo luterano de México, la Arquidiócesis Primada de México, en cuya sede en la colonia Roma, fue suscrita la creación de este Grupo Ecuménico.