Dos oraciones por la paz dentro de las familias y en el país
¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
Esta nota sobre oraciones por la paz se actualizó por última vez el 6 de junio de 2021
El Papa Francisco ha hablado en varias ocasiones sobre la construcción de la paz.
En su mensaje por la 54 Jornada de la Paz en diciembre de 2020 recordaba que todas las relaciones entre personas, sociedades y naciones deben basarse en la fraternidad, el respeto mutuo, la solidaridad y el cumplimiento del derecho, para lograr una paz duradera.
Lamentablemente hay conflictos que se suceden sin interrupción, “muchas regiones y comunidades que ya no recuerdan una época en la que vivían en paz. Muchas ciudades que se han convertido en epicentros de inseguridad”.
¿Cómo contribuir desde nuestra vida diaria a la paz? De acuerdo con el mensaje citado del Papa Francisco esto se logra ‘cambiando nuestro corazón’, entendiendo que “cada persona es un fin en sí misma, nunca un simple instrumento que se aprecia sólo por su utilidad, y que ha sido creada para convivir en la familia, en la comunidad, en la sociedad, donde todos los miembros tienen la misma dignidad”.
PUEDES LEER:
Frases del Papa Francisco sobre la paz
Con esta oración, pidamos por la paz en entre las personas, los ciudadanos de nuestro país y entre las naciones, y contribuyamos a crearla día a día.
Oración por la paz
Señor Jesús, príncipe de la paz, manso y humilde de corazón.
A ti elevamos nuestro ruego en estos tiempos de violencia,
en los que tantos millones de seres humanos sufren los estragos
de la falta de respeto por los más elementales derechos humanos.
Solo tú Señor puedes transformar nuestros corazones de piedra
en corazones misericordiosos y compasivos,
creadores de paz y concordia.
Te lo pedimos Señor con la confianza de que seremos escuchados.
Amén.
Oración franciscana por la paz
¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe;
olvidando, como se encuentra;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la vida eterna.
¿Ya conoces nuestra revista semanal? Al adquirir un ejemplar o suscribirte nos ayudas a continuar nuestra labor evangelizadora en este periodo de crisis. Visita revista.desdelafe.mx o envía un WhatsApp al +52 55-7347-0775