Este es el significado de los números 7 y 12 en la Biblia
¿Sabías que los números en la Biblia suelen tener un significado simbólico que se determina al analizar el uso que se les da en los pasajes?
Los números en la Biblia suelen tener un significado simbólico, es decir, nos remiten a una realidad abstracta, la cual representa. Además, pueden tener un significado “gemátrico”, es decir, una forma de exégesis que asocia un número con una letra.
De hecho, cada una de las consonantes del alfabeto hebreo tienen un valor numérico, de tal manera, que los números son escritos con estas letras. Si sumamos los valores de las consonantes que forman una palabra hebrea tendremos un valor final que puede ser comparado con el valor final de otras palabras, a fin de encontrar una relación entre ellas.
Así, por ejemplo, el tetragrama divino (nombre de Dios), formado por las consonantes YHWH (10+5+6+5), es igual a 26. Si buscamos la relación que pudiera tener con otras palabras hebreas encontramos que “uno” y “amor”, al sumar sus consonantes, tiene un valor de 13 cada una, por lo que la suma de ambas es de 26.
Ciertamente, en la Sagrada Escritura Dios es designado como el único Dios y su actividad más propia es el amor (cf. Dt 6,4-5; 7,8). Este tipo de relaciones pueden ser útiles, sin embargo, hay que ser cuidadosos, porque en el análisis o lectura de los textos sagrados no es tan automática una interpretación del significado numérico de las palabras.
El significado del número 7 en la Biblia
En cuanto al significado simbólico de los números, debe ser determinado analizando el uso que se les da en los pasajes bíblicos. El nombre hebreo del número 7 (sheva) parece proceder de una antigua raíz que significa “completo, perfecto”.
Este sentido es el que parece tener en la Biblia cuando se habla, por ejemplo, de los días de la creación o los brazos de la lampara del templo; las iglesias, los espíritus y las plagas del apocalipsis.
El significado del número 12 en la Biblia
En cuanto al número 12, parece estar muy relacionado con el 7, ya que en las civilizaciones antiguas corresponde a la plenitud, a la unidad perfecta y a la integralidad de una cosa. En la Biblia tiene especial relación con el pueblo de Israel (tribus) y con la Iglesia (apóstoles).