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¿Cómo saber si una persona tiene el don de sanación?

El padre Alberto Medel nos da algunas claves para reconocer a quienes verdaderamente Dios les ha concedido el don de sanación.

POR  Jorge Reyes
11 septiembre, 2023
¿Cómo saber si una persona tiene el don de sanación?
El padre José Alberto Medel explicó cómo podemos identificar si una persona tiene el don de la sanación o si es un charlatán. Foto Especial.

Hace unos días, se difundió que la familia del astro argentino de futbol, Lionel Messi, visitó en la ciudad de Rosario, Argentina, a una supuesta sanadora avalada por la Iglesia católica. Al respecto, hablamos con el padre José Alberto Medel, miembro del Colegio de Exorcistas de la Arquidiócesis Primada de México.

 

En entrevista con Desde la fe, el sacerdote nos explicó la manera en al cual podemos identificar si una persona realmente tiene el don de la sanación o si estamos siendo víctimas de un engaño, además de explicarnos a quiénes otorga Dios esta gracia.

Una persona soberbia no puede recibir el don de sanación

El padre José Alberto Medel recordó una anécdota de San Felipe Neri, según la cual, el Papa le pidió que fuera a un lugar de Roma donde había una religiosa que hacía milagros, que curaba, que tenía el don de sanación.

El santo, que vestía siempre muy pobremente, llegó al lugar donde estaba la religiosa atendiendo a muchas personas y se mezcló entre la gente para observar todo lo que hacía aquella mujer: tocaba los ojos, imponía las manos y hacía oraciones, mientras la gente la miraba con mucha expectación y sucedían aparentemente prodigios extraordinarios, curaciones milagrosas.

Explica el padre Medel:

“San Felipe Neri, después de observarlo todo, se quedó hasta el final, se acercó a la religiosa, y ésta le preguntó qué hacía ahí, qué necesitaba, a lo que el santo le contestó que era un peregrino que había caminado mucho, por lo que le pedía que le quitara los zapatos y le lavara los pies’”.

La religiosa, indignada, se levantó y le dijo: “Yo soy la sierva del Señor, no tu sierva. Si no quieres que te dé la salud, no puedo hacer otra cosa por ti”. Y luego se fue.

Cuando San Felipe Neri regresó con el Papa para darle el resultado de su investigación, le dijo de manera puntual: “Una persona con ese grado de soberbia, no puede obrar milagro alguno”.

Tomar con reservas a quien dice tener el don de sanación

El padre Medel señaló que la anécdota de San Felipe Neri representa un ejemplo de que la supuesta gracia del carisma de la sanación que dicen tener algunas personas, se debe tomar con muchas reservas, porque si bien es posible que Dios dé un don así a algunos fieles cristianos, para que, a través de ellos, Él pueda curar de enfermedades a las personas, “Dios lo puede hacer siempre, cuando quiera, a la hora que quiera”.

“Y si Dios lo hace, como todo lo que Él hace, es en razón de la salvación de las almas; seguramente del enfermo o de quien ha sido sanado y del que ha sido el medio para este prodigio. Dios obra cuando quiere, como quiere y a través de los que quiere”.

El don de la sanación es una gracia extraordinaria

El padre José Alberto explicó que el decir que una persona goza permanentemente de un carisma como es el de la sanación, es algo muy peligroso porque son gracias extraordinarias y, casi siempre, las da a personas con una vida santa.

En este tenor -añadió- se sabe de muchas personas que han alcanzado el honor de los altares y que en su vida realizaron muchos prodigios, como sanar a personas, pero de acuerdo al criterio de San Felipe Neri, fue gente con una vida auténticamente humilde, que incluso podrían negar que Dios hubiera actuado a través de ellos.

Así -apuntó el padre- sí podemos decir que Dios otorga esta gracia, este carisma, a determinadas personas, pero la mayoría “son gente santa, de una probada humildad, de una vida auténticamente cercana a Dios, que no es prueba tampoco de su santidad. Dios les confía esta esta gracia porque son personas capaces“.

“Si hay alguien que cuida la humildad de las personas es Dios mismo, y por eso Dios, teniendo clara la humildad, la sencillez, la probidad, de todas estas personas, les puede confiar una gracia así, pero no es permanente, no es siempre, porque estas gracias son extraordinarias”.

En este sentido, recordó que la gracia ordinaria, a través de la cual la Iglesia otorga la salud a las personas que tienen un padecimiento, es a través de los sacramentos, y uno en lo particular es el de la Unción de los enfermos.

Si quieres conocer más sobre el tema, lee sobre la “Unción de los enfermos” lee: ¿Qué es la Unción de los Enfermos?

En síntesis, a través de una persona el Señor puede otorgar la salud a otra persona. Él tiene sus razones, y no es difícil de entenderlas en razón de la salvación, para que todas estas personas puedan hacer estas cosas, pero son cosas auténticamente extraordinarias.

¿El demonio tiene el poder de sanar?

El padre Medel señaló que, al abordar este tema, no se debe dejar de lado la posibilidad de que se presente la charlatanería del demonio, ya que satanás, a través de sus operadores del mal, muchas veces con sus trampas y con sus mentiras, hace parecer como personas buenas y bienhechoras a estas personas que dicen tener la capacidad de curar.

El demonio -subrayó el padre- no tiene poder sobre la naturaleza, por lo tanto no puede obrar en ninguna curación, en ninguna sanación, en ningún milagro extraordinario, es una criatura y no tiene ningún poder sobre la naturaleza; sin embargo, como es un maestro de la mentira, puede hacer parecer que una persona tiene poderes extraordinarios y sanadores, “pero no es otra más que sus mentiras sofisticadamente presentadas, entonces hay que tener mucho cuidado”.

“Si una persona dice tener un carisma de sanación y se dedica a andar sanando o curando a las personas, es 99.99% seguro que es un charlatán, que es un mentiroso y que incluso puede ser un operador de satanás.

Aquella persona a quien Dios le da la gracia de que por su medio las personas alcancen la salud, primero lo va a negar, segundo no lo va a andar pregonando, ni mucho menos va a hacer de eso un ministerio ordinario de su vida, sino que va a ser una persona siempre llena de humildad, porque se sabe instrumento indigno para que Dios actúe a través de ella”, concluyó el padre Medel.



Autor

Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM, con una trayectoria de casi 30 años como periodista, en Reforma, El Centro y Notimex, y funcionario de comunicación social en dependencias de gobierno y legislativas. Actualmente trabaja como periodista especializado en temas de religión.