22 de junio: la Iglesia celebra a Santo Tomás Moro, patrono de los políticos
Tomás Moro prefirió la muerte antes de traicionar principios morales y religiosos.
En el año 2000, San Juan Pablo II dispuso que santo Tomás Moro fuera el patrono de los políticos católicos, porque este mártir inglés es modelo de ética, profesionalismo y coherencia entre la forma de pensar y de actuar. Tomás Moro prefirió la muerte antes de traicionar principios morales y religiosos.
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Su historia tuvo lugar en Londres, donde nació en 1478; estudio leyes y entró al servicio del rey Enrique VIII quien lo integró a su corte como gente de su confianza; para 1529 ya era Lord canciller.
Utopía
Amigo personal de Erasmo de Rótterdam, Tomás Moro compartió gran parte de la filosofía humanística plasmada en Elogio a la Locura. Tomás Moro también fue hombre de letras y entre otros libros escribió: Utopía, obra que se inscribe en la tradición del estado ideal que Platón configuró en La República y en el espacio místico de La Ciudad de Dios, de san Agustín. Influenciado por las noticias que a Europa llegaban del Nuevo Mundo, Tomás Moro pudo recrear una sociedad idealizada que podían tener las sociedades indígenas de América, a lo que añadió el ideal cristiano.
Tomas Moro abordó problemas que brotan de la realidad europea y en Utopía, abrió una puerta para que el hombre pueda escapar del materialismo. “El dinero ha sido abolido y con él han desaparecido las angustias y los temores del hombre en la sociedad. Los habitantes de Utopía no conceden tampoco ninguna importancia a los metales preciosos, pues producen, en el marco de una economía colectivista, los bienes sociales que les son estrictamente necesarios, en una jornada máxima de seis horas para dedicar el resto del tiempo a las necesidades de orden espiritual.”
Utopía va dirigida a la vida agraria y artesanal. La libertad religiosa es condición fundamental y a partir de la creencia común en Dios, en Utopía no hay guerras religiosas. “Los habitantes de Utopía piensan que la naturaleza misma ha previsto el placer como finalidad de nuestras acciones y vivir según la naturaleza es lo que ellos llaman virtud.”
El Político
En 1523, Tomás Moro fue nombrado “Speaker” de la Cámara de los Comunes y con el seudónimo Gulielmus Rosseus publicó Responsio ad Lutherum, obra con la que defiende a Enrique VIII, pero ataca las bases del credo luterano. Dos años después, fue designado como canciller del ducado de Lancaster con lo que adquirió la jurisdicción de la mayoría de las tierras del norte de Inglaterra.
En 1529, Tomas Moro estuvo en la cima de su carrera política al ser promovido como Canciller del reino y con ello se convirtió en el primer laico que ocupaba tan importante cargo.
Para 1531, Tomás Moro se negó a firmar una carta en la que nobles y personas destacadas pedían al Papa la anulación del matrimonio de Enrique VIII con Catalina de Aragón, por el hecho de que no tenía herederos al trono. El diplomático quedó en una situación difícil cuando la Iglesia de Inglaterra reconoció a Enrique VIII como su Jefe Supremo y, por lo tanto, él podía decretar la anulación de este sacramento, aunque su resolución careciera de valor ante Roma. Tomás Moro intentó renunciar y comenzó una serie de escritos en defensa de la fe tradicional y de la Iglesia católica.
En 1533 se negó a ir a la ceremonia de coronación de Ana Bolena, la nueva esposa del monarca y cuyo matrimonio marcó la ruptura con la Santa Sede. Tomas Moro fue encarcelado por el del delito de traición y en la cárcel escribió algunas obras, entre ellas, Consuelo en la adversidad.
En 1535, Moro fue juzgado y sentenciado a muerte por haberse negado a reconocer a Enrique VIII como Jefe de la Iglesia de Inglaterra. El 6 de julio murió decapitado en Londres y fue canonizado el 19 de mayo de 1935.