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Preside el Card. Aguiar la Vigilia Pascual en la Catedral de México

Durante su homilía, el Arzobispo de México señaló que el que cree en Jesús puede tener un corazón sensible a las necesidades de los otros, y formar con ellos comunidad.   Vladimir Alcántara Este sábado 31 de marzo, en el marco de los oficios de Semana Santa, el Arzobispo de México, Card. Carlos Aguiar Retes, […]

  • Durante su homilía, el Arzobispo de México señaló que el que cree en Jesús puede tener un corazón sensible a las necesidades de los otros, y formar con ellos comunidad.

 

Vladimir Alcántara

Este sábado 31 de marzo, en el marco de los oficios de Semana Santa, el Arzobispo de México, Card. Carlos Aguiar Retes, presidió en la Catedral Metropolitana la solemne Vigilia Pascual, que se compone de cuatro momentos fundamentales: Bendición del Fuego, Liturgia de la Palabra, Liturgia Bautismal y Liturgia Eucarística.

La Bendición del Fuego representa el fuego nuevo de Cristo y es símbolo de purificación de los corazones de los hombres. En la Liturgia de la Palabra se realizan las lecturas del Antiguo Testamento que narran las maravillas que Dios hizo con su pueblo, y las del Nuevo Testamento que dan cuenta de las maravillas que Cristo hizo por los seres humanos. En la Liturgia Bautismal los fieles renuevan su compromiso con el Bautismo, y en la Liturgia Eucarística la comunidad se adentra en el misterio más recóndito de la Pascua, en la que se vive la alegría cristiana más grande: Jesús ha vencido a la muerte.

El Arzobispo de México, al presidir esta celebración, explicó que el profeta Ezequiel, al citar lo que el Señor dice: “Arrancaré de ustedes el corazón de piedra y les daré uno de carne”, alude a la Nueva Alianza, que consiste en que todo aquél que cree en Jesús podrá tener un corazón sensible, capaz de descubrir en el otro a su hermano, y con él podrá formar comunidad y vivir en convivencia fraternal, para compartir lo que se es y lo que se tiene.

Recordó que el ser humano está integrado por mente y corazón; mente para poder razonar, y corazón para poder ser sensibles y darle su lugar a los sentimientos y a los afectos. “La sabiduría de la que nos hablaba el profeta Baruc –externó–, consiste en el equilibrio de estas dos grandes potencias del ser humano: ni dejarnos llevar sólo por la mente, volviéndonos meramente racionales y exigentes en el cumplimiento de nuestra interpretación de la realidad y nuestra ideología, que siempre nos confrontará con los demás; ni dejarnos seducir por los sentimientos, sin un orden, sin una orientación, sin un sentido. Mente separada del corazón, y corazón separada de la mente, terminan siempre en un corazón de piedra, incapaz de descubrir en el otro al hermano”.

El Card. Aguiar Retes dijo que el ser humano siempre tiene en Jesús esta orientación doctrinal, y en el Espíritu del Señor los sacramentos del Bautismo y la Confirmación, con los que es posible alcanzar el equilibrio entre mente y corazón, para poder tener un corazón de carne, que sepa entender lo que le pasa al otro, y poder así fraternizar, ya que el espíritu del hombre es tan débil y frágil que fácilmente se deja seducir cuando sólo mira su propio interés.

Durante la Liturgia Bautismal –momento de la Vigilia Pascual en que los fieles renuevan su compromiso con el Bautismo–, el Card. Aguiar Retes bautizó y confirmó en la fe a 25 adultos, entre hombres y mujeres, quienes previamente se prepararon para poder incorporarse al Pueblo de Dios.