¿Por qué es importante el arte para la Iglesia? Esto dice el Papa Francisco
Al recibir en audiencia a los miembros de una asociación de artistas, el Papa Francisco les agradeció el poner sus talentos al servicio de Dios y el prójimo.
Al recibir en audiencia este jueves a los miembros de la Asociación de Artistas “Diaconie de la Beauté” con motivo del 10 aniversario de su fundación, el Papa Francisco agradeció el poner a disposición de los hermanos los talentos que han recibido de Dios, y aseguró que el arte, cuando se inspira en la fe, revela más claramente a los hombres el amor divino que está en su origen.
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El Papa Francisco señaló que las Sagradas Escrituras nos hablan de la belleza del universo y todo lo que contiene, y nos recuerdan que cada uno de nosotros está llamado por la naturaleza a ser artesano y custodio de esa belleza.
“La belleza es capaz de crear comunión -dijo el Santo Padre-, porque une a Dios, al hombre y a la creación en una única sinfonía; porque une el pasado, el presente y el futuro; porque atrae a los diferentes pueblos y a las naciones lejanas en un mismo lugar, y los involucra en una misma mirada”.
Parafraseando al Papa Juan Pablo II, el Papa Francisco señaló que “para transmitir el mensaje que le ha sido confiado por Cristo, la Iglesia necesita del arte. (El arte) debe, en efecto, hacer perceptible… y fascinante el mundo del espíritu, de lo invisible, de Dios”.
Explicó que el arte tiene su propia capacidad para captar uno y otro aspecto del mensaje (divino), traduciéndolo en colores, formas o sonidos que siguen la intuición del espectador o del oyente. “La Iglesia cuenta hoy con ustedes -dijo- para ayudar a nuestros hermanos y hermanas a tener un corazón sensible y compasivo, una mirada de amor sobre el mundo y sobre los demás”.
Finalmente, el Papa Francisco dijo a los miembros de la Asociación de Artistas “Diaconie de la Beauté” que en el contexto actual, en que el desconcierto y la tristeza parecen imperar, su misión resulta más necesaria que nunca, porque la belleza siempre es fuente de alegría, que nos pone en contacto con la bondad divina.
“Si hay belleza, es porque Dios es bueno y nos la da. Y esto nos da alegría, nos tranquiliza, nos hace bien. El contacto con la belleza nos eleva, siempre, la belleza nos hace ir más allá. Despertando y sosteniendo la fe. Es un camino para ir al Señor”.
Con información de Vatican News