Papa Francisco: Mi cercanía con países en la fase aguda de COVID-19
El Santo Padre ora por los enfermos, sus familias y por el pronto término de la pandemia; compartió a los fieles una oración que le enseñó su abuela.
El Papa Francisco expresó este domingo, Solemnidad de la Santísima Trinidad, su cercanía con los países que enfrentan la fase aguda del COVID-19, con quienes lo padecen y sus familias. Asimismo, hizo un llamado a los italianos a continuar con las medidas de sanidad para evitar el contagio.
“El virus sigue cobrándose muchas víctimas. El pasado viernes, en un país, hubo un muerto cada minuto. Terrible. Deseo expresar mi cercanía a esas poblaciones, a los enfermos y sus familias, y a todos los que los cuidan. Acerquémonos a ellos con nuestra oración”, dijo el Papa tras el rezo mariano del Ángelus.
A los fieles reunidos en la plaza de San Pedro en el Vaticano, les dijo que su presencia ahí es signo de que en Italia la fase aguda de la pandemia ha pasado, “pero tengan cuidado, no canten victoria antes de tiempo, no canten victoria demasiado pronto, aún hay necesidad de seguir con las normas vigentes”, les dijo.
México, al igual que los países de América, se encuentra en la fase aguda de la pandemia de COVID-19. El gobierno mexicano ha confirmado hasta este domingo 113,619 casos acumulados y 13,511 personas que han fallecido.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el continente americano se concentran actualmente el 55.3 por ciento de los casos activos de coronavirus a nivel mundial, lo que hace al continente el foco rojo de la pandemia.
Dios amó tanto al mundo que nos envió a su Hijo
Este domingo, la Iglesia Católica celebra el Domingo de la Santísima Trinidad. El Papa Francisco padre citó el Evangelio de hoy (Jn 3, 16-18), que narra el breve diálogo con Nicodemo en que Jesús se presenta como Aquél que lleva a cabo el plan de salvación del Padre para el mundo.
“’Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único’. Estas palabras indican que la acción de las tres Personas divinas —Padre, Hijo y Espíritu Santo— es todo un único plan de amor que salva a la humanidad y al mundo. Es un plan de salvación, para nosotros”, expresó el Santo Padre.
“Dios nos ama a cada uno de nosotros incluso cuando cometemos errores y nos distanciamos de Él. Dios Padre ama tanto al mundo que, para salvarlo, da lo más precioso que tiene: su único Hijo, que da su vida por la humanidad, resucita, vuelve al Padre y, junto con Él, envía el Espíritu Santo. La Trinidad es por lo tanto Amor, totalmente al servicio del mundo, al que quiere salvar y recrear. Y hoy pensando en Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ¡pensemos en el amor de Dios! Y sería bueno que nos sintiéramos amados: ‘¡Dios me ama!’. Este es el sentimiento de hoy”.
El Santo Padre agregó que en cada bautizado habita el Espíritu Santo “¡Somos hijos en el Hijo con la fuerza del Espíritu Santo! ¡Somos la herencia de Dios!”, expresó.
Este domingo nos invita a dejarnos fascinar una vez más por la belleza de Dios; belleza, bondad e inagotable verdad, afirmó el Santo Padre, bondad que se hizo carne para que cada hombre y mujer pueda encontrar la vida eterna.
“Esto es la fe: acoger a Dios-Amor, acoger a este Dios-Amor que se entrega en Cristo, que hace que nos movamos en el Espíritu Santo; dejarnos encontrar por Él y confiar en Él. Esta es la vida cristiana. Amar, encontrar a Dios, buscar a Dios; y Él nos busca primero, Él nos encuentra primero”
“Que la Virgen María, morada de la Trinidad, nos ayude a acoger con un corazón abierto el amor de Dios, que nos llena de alegría y da sentido a nuestro camino en este mundo, orientándolo siempre hacia la meta que es el Cielo”.
‘Una oración que me enseñó mi abuela’
El Papa Francisco recordó que junio está dedicado al Sagrado Corazón de Jesús “En efecto, el Corazón humano y divino de Jesús es la fuente de donde siempre podemos obtener misericordia, perdón y ternura de Dios. Podemos hacer esto reflexionando sobre un pasaje del Evangelio, sintiendo que en el centro de cada gesto, de cada palabra de Jesús, en el centro está el amor, el amor del Padre que ha enviado a su Hijo, el amor del Espíritu Santo que está dentro de nosotros”, dijo el Papa.
Y podemos hacerlo adorando la Eucaristía, donde este amor está presente en el Sacramento.
“Hay una antigua oración, la aprendí de mi abuela, que decía: ‘Jesús, haz que mi corazón se parezca al tuyo’. Es una hermosa oración. “Haz mi corazón semejante al tuyo”. Una hermosa oración, pequeña, para rezar este mes. ¿La decimos juntos ahora? ‘Jesús, que mi corazón se parezca al tuyo’. Otra vez: ‘Jesús, que mi corazón se parezca al tuyo’.
Este es el segundo domingo que el Papa Francisco reza el Ángelus desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico luego de la reapertura de la plaza de San Pedro.
Italia lleva a cabo un proceso de desconfinamiento y los fieles ya han podido reunirse para escuchar al Papa. Este domingo, mantenían la distancia entre ellos y portaban cubrebocas.
Entre las medidas que se han tomado en el Vaticano para evitar los contagios está el uso obligatorio de cubrebocas, medir la temperatura de los fieles antes de ingresar a algún recinto y la constante desinfección de manos con gel antibacterial.
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