El Papa concede indulgencia plenaria a los abuelos: ¿cómo conseguirla?
Por la fiesta de san Joaquín y santa Ana, los abuelos y sus cuidadores podrán ganar la indulgencia plenaria. ¡Aquí los de talles!
En al marco de la fiesta litúrgica de san Joaquín y santa Ana (26 de julio), y con ocasión de la IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores 2024, este 28 de julio todas las personas de la tercera edad podrán ganar la indulgencia plenaria por disposición del Papa Francisco.
La indulgencia plenaria es una gracia que concede la Iglesia Católica, misma que consiste en el perdón de la pena temporal a causa de los pecados confesados ya perdonados. Es decir, que la indulgencia plenaria devuelve a los fieles el estado en el que estaban al recibir el Bautismo, siempre y cuando cumplan los requisitos o condiciones establecidas.
Decreto que concede indulgencia plenaria a los abuelos
En un decreto publicado este 18 de julio por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, la Penitenciaría Apostólica explica que el Santo Padre ha aceptado el pedido del Cardenal Kevin Joseph Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, para conceder la indulgencia plenaria por esta Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores 2024.
Para obtener la indulgencia plenaria en la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores 2024, que en esta edición se celebrará bajo el lema “En la vejez no me abandones”, es necesario cumplir las condiciones de rigor: Confesión Sacramental, Comunión Eucarística y oración según las intenciones del Papa.
El decreto también extiende la indulgencia plenaria a todos los fieles que, animados por un verdadero espíritu de penitencia y caridad, participen el 28 de julio de 2024, durante esta IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores en las diversas celebraciones que se realizarán en todo el mundo”.
Esta indulgencia plenaria, señala el texto: “podrá aplicarse también en sufragio de las almas del Purgatorio”, es decir, por una persona fallecida. Asimismo, se concederá “a los fieles que dediquen un tiempo adecuado a visitar a personas mayores necesitadas o en dificultad (enfermas, abandonadas, discapacitadas…), ya sea en persona o virtualmente, a través de los medios de comunicación”.
La indulgencia se podrá ser ganada, además, por los mayores enfermos y sus cuidadores, así como todos aquellos que, no pudiendo salir de casa por un motivo grave, se unan espiritualmente a los sagrados servicios de la Jornada Mundial, “ofreciendo al Dios Misericordioso sus oraciones, dolores o sufrimientos de su vida, especialmente mientras se retransmitan las diversas celebraciones a través de los medios de comunicación”.
En virtud del requisito de la Confesión para ganar la indulgencia plenaria, el decreto concluye animando a los sacerdotes a “que se pongan a disposición, con espíritu pronto y generoso, para la celebración del Sacramento de la Penitencia”.
Con información de Vatican News