Obispos de la CEM reconocen esfuerzos en reforma educativa
En un comunicado, reconocen los esfuerzos del gobierno y la sociedad.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), a través de la Dimensión de Pastoral Educativa y de Cultura, emitió un comunicado en el que los obispos reconocen los esfuerzos del gobierno y la sociedad en su conjunto, “con su pluralidad de ideas”, para reformar el artículo 3° constitucional, que han llevado a abordar la complejidad del Sistema Educativo Nacional desde la perspectiva del derecho humano a la educación, y privilegiar el interés superior de los niños, niñas y adolescentes.
La CEM señala que la educación, como lo indica el Papa Francisco en su documento Educar al Humanismo Solidario, “es esencialmente un acto de solidaridad”. Y en este sentido, la CEM resalta la importancia del diálogo y el encuentro constante entre personas –padres e hijos; maestros y alumnos, etcétera–, que pasa por instituciones como la familia, la escuela, la comunidad política, las empresas y los organismos de la sociedad civil, “pues nadie puede educar sin la ayuda y corresponsabilidad de la sociedad en su conjunto”.
El comunicado –firmado por monseñor Enrique Díaz Díaz, responsable de la Dimensión de Pastoral Educativa y de Cultura de la CEM–, señala que en todo educador verdadero se da siempre un círculo virtuoso: mientras más se enseña, más se aprende, y mientras más se aprende, más se puede enseñar.
Entre otros logros que los obispos reconocen en materia educativa, se enlistan la definición de una educación con equidad, integral, inclusiva e intercultural, y la propuesta de un nuevo organismo autónomo que procure la mejora continua de la educación. “Compartimos plenamente el tema de la innovación, la garantía de acceder a los progresos de la ciencia y la tecnología, así como asegurar una educación superior para todos aquellos que lo deseen, con instituciones que gocen de autonomía universitaria”.
Asimismo, la CEM llama especialmente a los padres de familia a asumir de forma plena su responsabilidad de primeros educadores de los hijos. “Los animamos a que se involucren activamente en los organismos de participación escolar, así como a reforzar lo enseñado en casa y en la escuela, con espacios de educación no formal: escultismo, promoción del arte, deporte, cultura y religión, donde los pequeños y los jóvenes puedan ir integrando el arte de la vida”.
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