El Papa Francisco recibe sombrero artesanal hecho por una mexicana víctima de violencia
Mons. Joel Ocampo Gorostieta regaló al Papa Francisco un sombrero artesanal mexicano, representativo de la Diócesis de Ciudad Altamirano.
Mons. Joel Ocampo Gorostieta, Obispo de Ciudad Altamirano, regaló al Papa Francisco un sombrero artesanal mexicano, representativo de su diócesis.
De acuerdo con las redes sociales de la Diócesis de Ciudad Altamirano, se trata de un Sombrero Calentano de Astilla de 60 vueltas, hecho en Morelita, Guerrero. Este sombrero es típico de la región de Tierra Caliente, en México, que abarca los estados de Guerrero, Michoacán y Estado de México. Está hecho a mano, con hoja de palma finamente bordada y el proceso de elaboración demora entre tres y seis meses.
La encargada de elaborar el sombrero que se le entregó al Papa fue la señora Rocío de la Cruz Rodríguez, una mujer víctima de violencia que ha recibido acompañamiento de las Hermanas Dominicas. De acuerdo con la diócesis, de esta forma, el Santo Padre posee un regalo que representa a Ciudad Altamirano y su realidad.
Violencia e inseguridad, la realidad de Ciudad Altamirano
Ciudad Altamirano se ubica en el municipio de Pungarabato, en el estado de Guerrero, una zona con amplia presencia de crimen organizado y disputas de grupos delincuenciales. La violencia ha llegado a puntos tan altos que, en abril de este año, los negocios y el transporte público suspendieron sus labores en totalidad, tras una alerta que circuló en internet sobre posibles ataques de sicarios, reportó el periódico Reforma.
La Iglesia Católica es una de las instituciones más afectadas por la violencia en la región, pero también una de las principales fuentes de acompañamiento para la población afectada. De acuerdo con un reportaje de BBC Mundo, los asesinatos de sacerdotes tuvieron un impacto directo en la reducción de vocaciones en Ciudad Altamirano.
“Cuando tuvimos los primeros padres víctimas de la violencia sí había comentarios de las familias de los jóvenes que no querían que fueran sacerdotes. Los desanimaba esta situación y sí causó miedo”, dijo a BBC el P. Antonio Reynoso, rector del seminario de Ciudad Altamirano.
Sin embargo, la necesidad de acompañamiento y consuelo es lo que motiva a los sacerdotes y seminaristas de la región, quienes encuentran fortaleza en su deseo de servir.
“Esta diócesis está muy necesitada de vocaciones. Yo soy de aquí, soy parte de ella y es donde quise consagrarme. Nunca tuve la osadía de dejar esta tierra donde tanto se necesita”, dijo también a BBC el padre Miguel Pantaleón.
Visita Ad Limina: los obispos mexicanos con el Papa
Mons. Joel Ocampo Gorostieta, de Ciudad Altamirano, le entregó el Sombrero Calentano al Papa Francisco al final de su encuentro, rutinario de la Visita Ad Limina.
Cada cinco años los obispos diocesanos debe presentar al Papa una relación sobre la situación de sus diócesis. Para ello, viajan a Roma al encuentro del Sumo Pontífice y a venerar los sepulcros de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, de ahí el nombre que recibe: Visita ad limina o visita ad limina apostolorum, que significa “visita a los umbrales de los apóstoles”.
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La Visita Ad Limina
Este 2023, los obispos mexicanos fueron convocados a llevar a cabo esta visita. La Conferencia del Episcopado Mexicano dividió la visita en tres grupos: la parte norte del país tuvo el encuentro a finales de abril, el segundo grupo la acaba de concluir este mes de junio, y el tercer grupo comenzará la visita en el mes de julio.
Los obispos de la Arquidiócesis Primada de México —el Cardenal Carlos Aguiar y sus seis Obispos Auxiliares— llevaron a cabo esta visita del 29 de mayo al 2 de junio.