Próximo Rector de la Basílica pide a la Virgen de Guadalupe que nos de espiritualidad y fe
Mons. Efraín Hernández pide a la Virgen de Guadalupe que nos otorgue espiritualidad y fe para afrontar los desafíos que se viven actualmente.
A unos días de que este 26 de noviembre asuma como Rector de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe, monseñor Efraín Hernández Díaz, sólo le pide una cosa a la Virgen de Guadalupe para sus fieles y devotos, que les otorgue mucha espiritualidad y fe para afrontar los desafíos que se viven actualmente.
En entrevista exclusiva con Desde la fe, monseñor Efraín Hernández calificó como un gran reto encabezar los festejos del aniversario de Acontecimiento Guadalupano del próximo 12 de diciembre y para los cuales llevará a cabo una preparación espiritual que le permita ofrecer a los cientos de miles de fieles la mejor atención posible.
Durante la charla, que representa la primera entrevista que otorga a un medio de comunicación, el todavía párroco de Santa María Capuchinas y Ecónomo de la Arquidiócesis Primada de México indicó que uno de sus objetivos es poder caminar juntos con los fieles y darles la respuesta que necesitan a sus inquietudes, en la confesión, en la Eucaristía y en la escucha, entre otros campos.
Su experiencia factor fundamental para llevar a cabo su tarea
¿Cuántos años estuvo en la Curia y qué servicios prestó fundamentalmente?
En la Curia inicié en febrero del 2000 como Promotor Vocacional Sacerdotal arquidiocesano en donde estuve cerca de 18 años y posteriormente llevo 5 años como ecónomo arquidiocesano.
¿Cuál de éstas fue el área que más le gustó y por qué?
Desde luego que la Promoción Vocacional, porque me apasiona el sacerdocio, y este trabajo me ayudó mucho a poder expresar y compartir con los futuros seminaristas mi experiencia como sacerdote, como cristiano, y además es un tema que me apasiona porque lo llevo muy arraigado en la cuestión vocacional.
¿Qué es lo que lo más significativo que vivió en la Parroquia de Capuchinas y en las capillas que le tocó administrar como la de Indios, El Pocito, de Juramentos y el Bautisterio?
La Parroquia Capuchinas tiene a su cargo siete templos. Capuchinas es muy significativa para mí porque hace 53 años fui monaguillo en esa parroquia, ahí fue la cuna de mi vocación sacerdotal. Terminando la primaria fui al Seminario y para mí esa parroquia tiene un sentido muy profundo, muy grandioso y me remonta a mi infancia, porque ahí empecé a sentir el llamado al sacerdocio.
Para mí, esa parroquia es muy significativa efectivamente porque tenía muy cercana la imagen de la Virgen, porque de niño, desde que tengo uso de razón, soy ferviente devoto de la Virgen María y, sobre todo, de Guadalupe. De hecho una anécdota: Yo hice mi primera comunión en Capuchinas también, un 12 de diciembre.
Los festejos de la Virgen de Guadalupe un gran reto
¿Qué espera de su primer gran peregrinación multitudinaria el próximo 12 de diciembre?
Es mi estreno. Simplemente es un gran reto. No va a ser algo nuevo para mí porque llevo tres años de Canónigo y de alguna manera tengo una cercanía con la Basílica; llevo cinco años de párroco en Capuchinas, casi seis, y por esta cercanía no voy a empezar de cero, sino más bien voy a sumarme a lo que ya está, y realmente disfrutarlo todo para que eso sea lo mejor, que sea un año especial.
Sí es fundamental porque la del año pasado fue la primera gran peregrinación después de la pandemia y hubo muchos peregrinos.
Y esperamos más. Yo creo que, según las estadísticas que hemos definido estos días, creo que van a ser mucho más este año.
¿Y cómo prepararse mentalmente para recibir a tantos peregrinos, porque es muy grande el fervor?
La primera preparación es espiritual, para mí es fundamental la preparación espiritualmente, a través de la Eucaristía, de la cercanía con la Virgen y la oración.
En lo que son las técnicas y los protocolos hay un equipo muy profesional que ya ha trabajado en ello y yo simplemente me sumo a este trabajo; quizá daré algunas indicaciones pertinentes, pero en general voy a respetar lo que ya se tiene porque ya son meses de trabajo intensivo.
Ya me proporcionaron los protocolos correspondientes y me parecieron bien para hacer frente a la llegada de estos miles de feligreses, miles de devotos que van a venir a venerar y a visitar a Nuestra Madre María de Guadalupe.
El compromiso es seguir trabajando en comunión y sinodalidad
En este marco, ¿cuáles son los retos de la novena Intercontinental Guadalupana en que usted va a estar más involucrado?
Primeramente sumarnos al proyecto de la Conferencia del Episcopado Mexicano, porque somos Iglesia. La Basílica sí es el centro, es el motivo la Virgen de Guadalupe, pero el trabajo debe ser en comunión con la CEM, con la Arquidiócesis de México y con Basílica, sumarlos a todos y dar todo el apoyo para que este novenario y la celebración, al menos en lo que me toca a mí, pueda funcionar lo mejor posible.
¿De qué manera, su interacción con monseñor Salvador Martínez, el rector saliente, le ha preparado el camino para este nuevo ministerio?
Ha sido fraternal. Hemos tenido varios encuentros y pláticas, donde él me está induciendo sobre la vida de la Basílica, ya más profundamente, aunque algunas cosas ya las conocía, pero hay otras que desconozco. Hemos tenido varios encuentros para que el inicio del ministerio en la Basílica sea de la mejor manera.
Monseñor, podría dirigir unas palabras al Cabildo Guadalupano que lo acompañará en esta encomienda que encabezará los próximos años.
Sí, claro. Como lo platicamos en la última reunión del Cabildo, debemos seguir trabajando en comunión, en equipo. Somos equipo y el Rector sí es la cabeza, pero la cabeza sin el cuerpo, dice San Pablo, no funciona. Tiene que ser la cabeza unida al cuerpo y trabajar muy en comunión y en sinodalidad, como dice el Papa Francisco y como dice nuestro Arzobispo Carlos Aguiar. En sinodalidad, caminar juntos para poder prestar un servicio de primera a los miles de fieles y devotos que van a asistir a la Basílica y que seguirán asistiendo después del 12 de diciembre.
Mi corazón está en la Basílica de Guadalupe
Monseñor, ¿cómo lo ha preparado Dios durante todo su servicio como sacerdote para esta gran encomienda al frente de la casa de Nuestra Madre de Guadalupe?
Para mí fue realmente una sorpresa el nombramiento, pero acepté precisamente porque tengo el compromiso con la Iglesia y con mi Diócesis. Realmente el proceso que he llevado ha sido a través del trabajo con jóvenes, con vocaciones, en la economía, nada que ver con esto, pero ya mi corazón está en la Basílica desde hace muchos años.
Mi compromiso es unirme a mis hermanos Canónigos para que juntos trabajemos para que funcione mejor esto, y que realmente demos una imagen digna de la Virgen de Guadalupe, sobre todo también de la Basílica, a los miles de peregrinos y tener esa cercanía con ellos.
Me ha pedido mucha gente la cercanía de nosotros, el apoyo, y creo que por ahí va el asunto, poder caminar juntos con ellos y darles también la respuesta a cada uno de los fieles que necesitan una respuesta a sus inquietudes en la confesión, en la Eucaristía, en la escucha, en muchos campos, en la misma estructura darle una imagen también nueva, digna de la casa de María de Guadalupe, la Casita del Tepeyac, como decimos.
Qué mensaje tiene para la primera Zona Pastoral, a la que va a acompañar como Vicario Episcopal.
Ya me reuní con los decanos. Ya los conozco porque llevo una trayectoria de 33 años como sacerdote, entonces ya conozco muchos de ellos porque la mayor parte la he trabajado en la Primera Zona, en la zona norte. Coincidimos en que es especialmente importante el seguir, continuar y sumar esfuerzos, siempre es sumar, nunca restar, sino sumar, y si es posible, multiplicar esfuerzos, recursos, todo, porque todas las parroquias del Decanato y de la zona en sí están cerca al Santuario y de alguna manera tiene esa repercusión y no llega a todos.
Veo una Basílica de Guadalupe que responde a los desafíos de la nueva época
¿Cómo le gustaría ver a la Basílica de Guadalupe en cinco años, cómo la visualiza?
Transformada, respondiendo a los desafíos de las nuevas generaciones, de la nueva época, que veo que se requieren. La Basílica tiene que estar a la altura, al nivel de los santuarios del mundo, porque es de los santuarios más visitados del mundo, desde el punto de vista de peregrinos, devotos, feligreses, que vienen a ver a la Virgen de Guadalupe primero.
Ya después van al Cerrito; a los templos del Pocito, que es de una gran riqueza, los invito a que los visiten después de ver a Nuestra Madre. Vayan al Pocito, en donde hay mucha historia, mucha cultura; al Templo de Indios, donde hay mucha espiritualidad, ahí empezó todo, ahí estuvo Juan Diego resguardando la imagen de Guadalupe durante 17 año; está Capuchinas; está el del Juramento, para los que vienen a jurar ante Nuestra Santísima Madre para cambiar, para ya no tomar, ya no drogarse y todo eso; y tenemos el Bautisterio más grande del mundo. Hay una gran riqueza en el Santuario, en el Recinto Guadalupano.
¿Qué le pediría a la Virgen de Guadalupe para la Arquidiócesis de México?
Mucha, mucha espiritualidad, mucha fe ante los desafíos de este tiempo, ante la inseguridad, ante los mismos desastres naturales, los mismos cambios que está viviendo la sociedad. Pedirle que realmente nos mantenga unidos, como lo hizo hace casi 500 años, aunque el milagro sigue siendo todos los días, pero necesitamos más, como Madre necesitamos de su cariño, de su comprensión, pero sobre todo de su amor.
¿Qué le dice a todos los devotos de la Virgen de Guadalupe con su llegada a la Rectoría de la Basílica?
Que me acepten, que confíen en mí, que me den la oportunidad de demostrar lo que soy, lo que tengo, lo que voy a hacer. Denme tiempo para demostrarles de lo que soy capaz para poder cumplir con mi misión.
El 12 de diciembre la Virgen los espera con gusto
Ya estamos en cuenta regresiva para un nuevo aniversario del Acontecimiento Guadalupano, ¿qué mensaje les hace a los peregrinos que vienen a ver a nuestra Madre la Virgen de Guadalupe?
Que vengan con mucho cuidado, el peligro sigue, no nos confiemos, con mucho cuidado. Sí los vamos a recibir con los brazos abiertos, vamos a dar todas las facilidades, pero tengan mucho cuidado para que no pasen alguna desgracia o alguna contingencia qué lamentar.
Vengan, María de Guadalupe sí nos ama, nos espera también, pero siempre con mucho cuidado y si es posible para algunos que no tengan en esa fecha la necesidad de hacerlo, venga otro día porque casi es imposible llegar a la Basílica esos días, el 11 y 12 de diciembre.
Pueden visitar a la Virgen cualquier día, pero los que quieran venir hagan con mucho cuidado las peregrinaciones y con mucho respeto a las indicaciones que se les dé, los protocolos de seguridad, de protección civil, tengan mucho cuidado. Va a haber asistencia médica también por cualquier cosa, estamos bien preparados para esos días y para todos los días.